Increíblemente esta casa, abrió sus puertas en 1890, así que más clásico porteño, imposible! Sobre Avenida de Mayo, anímense a caminar unas cuadras en estas noches de primavera, la zona está muy tranquila y muy iluminada.
La decoración es agradable, con muestras de pintura que cambia 2 veces al año.
El servicio es totalmente clásico, eficiente y sólido.
Reducto de políticos y famosos, tiene 2 reservados, convenientemente ubicados en un entrepiso.
La tabla de fiambres, con elementos de muy buena calidad, las frituras impecables, crujientes y libres de aceite. De principal, comimos un plato combinado de salmón y pacú, en un muy buen punto de cocción, los 2 pescados, acompañados por un budincito de espinaca y una salsa de hongos.
De postre, copa de castañas, peras al vino y helado de menta.
Rico el café Segafreddo.
Los precios rondan en $24 las entradas, $35 los principales, y $18 los postres.
Avenida de Mayo al 600.
Mi puntaje: 7,5
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