jueves, 28 de octubre de 2010

Osaka


Osaka es un lugar con mucha fama, una esquina de Palermo, está entre los pioneros en hacer fusión japonesa y peruana. El local cuenta con primer piso y una deliciosa terraza con sillones, bien resguardada con plantas. Osaka no tiene manteles, todo tiende a lo despojado, la vajilla de estilo oriental es de vitrofusión. Tienen unos preciosos menúes desplegables, donde figuran los platos, divididos entre lo peruano y lo japonés.

El servicio es cálido, el camarero sugiere si se lo piden y amablemente nos trasladó afuera a la hora del postre, la buena preposición siempre se agradece.
Pedimos un tiradito de pulpo a los 2 olivos ($69 8 finas lonchas) roll 2 salmones ($69 delicioso) y otro de centolla ($75 una exquisitez) y un postre que no me gustó: cheesecake de maracuyá ($39) de los que no se hornean y terminaba pareciendo mousses demasiado tomadas, poco equilibrio entre los dulces y los ácidos.
Atentos a YUKU que es la parte de delivery de Osaka, lejos, lo mejor de la zona.!

En otro post, tocaré el tema de los precios escandalosos que vengo detectando en las cartas, pero sin dudas, esta formará parte!

Mi puntaje: 8

Soler 5608 4775-6964 (reservas imprescindibles, sobre todo de noche)

lunes, 4 de octubre de 2010

Tegui


De afuera... no se nota. Apenas un muro con grafittis y una puerta pequeñita... Traspasándola un espacio super bien ambientado, largo y angosto, con una cocina tan grande como el salón. Con un jardín que sólo tiene bananos. Mucho personal y mucho high tech en los detalles: los camareros (miles) toman los pedidos en un palm que transmite los datos a la cocina... (un laboratorio) donde hay cocineros que parecen laboratoristas (miles). Hay servicio de guardarropas, que siempre es un detalle apreciable.  


El servicio es atento correcto y cargoso... uno trae el pan, otro toma el pedido, un tercero acerca un salero y parece el cuento de los dedos "este compró un huevo, este le puso sal..." La palm no funcionaba y en lugar de tomarnos los 2 (dos) platos de memoria... tuvimos que esperar que cargaran la batería. No es sólo un vicio de Tegui el de los camareros en exceso. Pero creo que no se tiene en cuenta lo invasivo que puede ser interrumpir cada 5 minutos la conversación para agradecer cortezmente algo que sucedió. 


  El pan lo sirven desde una bandeja donde hay 5 variedades: de nueces (tipo biscotti) de cerveza, focaccia de papas, tradicional y brioche. Todos son deliciosos, y llegan apenas tibiecitos a la mesa. Me pareció super interesante que el de nuez fuera crocante. Mientras uno espera, llegan unos conitos con queso de cabra y tomate. Luego una manteca salpicada de ciboulette y unas mini blinis tibias con crema ácida y caviar de berenjenas. Antes del plato, una cucharita de espuma de coco, con una laminita de salmón ahumado, en la boca quedan tropezoncitos de coco.


El sistema de menú es así: 1 paso $110, 2 pasos $180, 3 pasos $220. Bebidas aparte. O menú degustación de 6 pasos $220 ú 8 pasos $280. Optamos por el sistema de pasos y pedimos una tarta de hojaldre, sesos y jamón crudo, q sale con un helado de tomillo. También una burratta con frutillas fileteadas, brotes de rabanito y gelatina de aceto. Rico, sorprendente... buena combinación de texturas, un equilibrio perfecto en las propuestas. Luego pedimos raya con bolognesa de pulpo en un punto de cocción maravilloso, pero un poco excesivo el dejo tomatoso del pulpo. Y el conejo confitado, que estaba delicioso! con queso de cabra y tomates confitados. Por fin, compartimos un soufflé de chocolate amargo, con sorbete de mandarinas y madeleine de jengibre. La cuenta, con un vino discreto, ascendió a $585.

Mi puntaje: 8,5



Costa Rica 5852.

Reservas imprescindibles 5291-3333