domingo, 1 de diciembre de 2013

Adiós Utilísima... Adiós!

Una tarde, mientras transcribo unos presupuestos, cumplo con mi ritual acostumbrado... poner Utilisima o Gourmet de fondo... Algo suena raro... Un momento! eso que suena raro es el acento de los conductores, son los colores de las escenografías y la temática de los programas.... 

Yo no escucho a Las Redonditas con sus voces chillonas, sus toneladas de mayonesa y su omnipresente pionono... Ni está Choly cocinando con sus blusas con hombreras, sus aros dorados y sin delantal. Ahora desfilan por la pantalla enlatados de todo tipo! desde los insufribles "jefe encubierto" hasta un programa de decoración de pasteles realísticos (SISI... PAS-TE-LES) 

 
Claro que sobreviven los "grandes ideas espacios chicos", "celebraciones con Narda" y unas pinceladas de Jardineras, Donato y el a esta altura insufrible Ariel Rodríguez Palacios copiando tan seguido a Jamie Oliver que da arcadas... Comprará en subastas las camisas que el otro (el que es genial de verdad y no una copia tercermundista) ya lució en sus envíos? Sigue habiendo pinceladas locales, pero NO... no es lo mismo.
 
La señal tenia problemas hace rato, y en sus mismos estudios hace rato que se hacían programas para FOX (el dueño actualmente de todo el paquete) que incluso no se emitian en Argentina. Es cierto! el país es más barato que otros de la región para hacer producciones, y unos días en Buenos Aires alojado en un hotel de Puerto Madero, no le viene mal a ningún chef. El híbrido no funcionó, y ni la evocación de Doña Petrona, ni la incorporación (absurda, claro está) de Mariano Peluffo a los programas de cocina lográ dar resultados de share.
Ya no habrá generaciones de niñas que aprendan sus primeras recetas viendo a cocineras que parezcan abuelitas, ni verán un "hagalo usted misma" dictado por señoras con lobotomía. En algun momento no recordaremos ni a los q nos enseñaron a usar el microondas, ni a los que pintaban telas en la variopinta señal. Que descanses en paz Utilísima, tenemos tus videos en Youtube.

lunes, 21 de octubre de 2013

Estilo Campo

Evidentemente orientado al público turístico, este local de Puerto Madero, con los mozos disfrazados de gauchitos (q bajón por favor trabajar de bufón) y con los precios del merchandising en la última hoja del menú (taza con plato, facón y hasta servilleta.... sisi... servilleta! seguro q los turistas mueren por llevarse la servilleta del restaurant jajajaja) tiene una linda decoración, con un espacio razonable entre las mesas y muchas con vista al río.

El servicio me resulto pastoso, camareros cansados en el turno almuerzo no son una buena señal, todo lo hacen a las cansadas, arrastrando los pies. Sirven el agua como una catarata (un vicio de los últimos .tiempos? lo mismo nos pasó en La Rosa Náutica). La panera está bastante bien, con algunos destacados como las barritas de queso, acompañan con un queso blanco untable muy de los 90´s.


Pedimos las mollejas ($90 aprox.) a las q se les notaba DEMASIADO el hervor previo, estaban sabrosas y eran de buena calidad, por lo tanto no merecían tanta crueldad. Una ensalada de berro minúscula cotiza y como! ($66) y ya viene condimentada, ensopada en vinagreta... cuando aprenderán los mozos q medir YO el nivel de aderezo de lo q YO voy a comer? No es un servicio, más bien es un incordio. Tambien la bondiola arrollada q salía de la cocina ($143) . Me hizo acordar muchisimo a aquellos platos de los "PIZZA-CAFÉ" espantosos reflejos de la era menemista. El morroncito, el perejil y la rodaja de limón, de otro tiempo, de uno q no debería volver. Lo único pasable eran las papas cuñas, porq la salsa q en la carta figuraba como Demi-glace era tomatoza y espantosa. Por último un café solo pasable q sale con unos petit fours y una crema catalana correcta ($46) con el plato super decorado con salsa de frambuesas... Les avisan por favor q todo eso afortunadamente quedó en el pasado?

Mi puntaje: 6,5

Conviene reservar, vaya uno a saber por q, suelen tener reservas enormes para eventos.

Alicia Moreau de Justo 1840  4312-4546

lunes, 7 de octubre de 2013

La Rosa Naútica

Así como en el cine se dice que  "Segundas partes nunca fueron buenas" parece que la frase se aplica también a los trasplantes de restaurants. Pasó con "Astrid y Gastón" con su pobre desempeño de molduras de telgopor. Vimos también desembarcar a Sagardi con mucho ruido y pocas nueces  y el caso que nos ocupa hoy... La Rosa Náutica.

El restaurant es grande, luminoso, bien ambientado, salvo por una barra en el lateral izquierdo con un montón de chucherías y porquerías amontonadas, que no tiene ningún sentido y afea el conjunto final. Tienen una linda terraza y algunas mesas más lindas que otras, aunque los mantelitos tejidos al crochet tienen marcas de vaya uno a saber que comensal, desde antes de pedir el agua mineral... 

El servicio es antipático, desde la recepcionista con el "tienen reserva?" ridículo el mediodía de un miércoles y con el salón a media máquina. Esa cosa de no dejar al cliente estar cómodo y marcarle el paso es un muy mal vicio de estas chiquitas anoréxicas aspirantes a modelos, que necesitan justificar el sueldo. Seguimos con el camarero, al que no se le pudo extraer una sonrisa en toda la comida, otro que nos maltrató y nos ninguneó todo lo que pude, hasta q lo llamé levantando el tono con un "DISCULPAME"  que lo trajo rojo como un tomate, por fin a la mesa... y claro! Eramos los únicos locales.. será que nuestra plata no vale lo mismo que las propinas extranjeras? jajajaja. La cuchara la puso al revés para el postre, el agua la servia con la fuerza del volcán Vesubio, y ni una vez se ocupo de las servilletas que por demasiado almidonadas, iban a dar al suelo.


La panera tiene unos pancitos morochos, que parecen de leche, medio dulzones muy interesantes y unos blancos del montón, acompaña un trío compuesto por manteca, una especie de mousse de salmón y algo indescriptible por vista, olfato y gusto.
Probamos el tiradito "Rosa nautica" de pescado blanco y salmón rosado (aproximandamente $135) marinado en mandarina. Excesivamente ácido, ensopado y difícil de tragar, aunque ambos pescados estaban excelentes y frescos. También el risotto de camarones (aprox. $160) que salió en menos de 20 minutos... y que se puede esperar en esos casos? arroz marcado, gusto artificial y gruesas virutas de queso parmesano que no aportaban nada a un plato que por definición debería haber sido cremoso y sutil, coronado por 3 langostinos, hacían bulto unos corazones de alcaucil. Por último, el postre: natilla catalana (alrededor de $50) nada especial y fría a pesar de estar quemada... .tanto cuesta hacer esas cosas a la minute? El café buenisimo... 

Mi puntaje: 6

Alicia Moreau de Justo al 200 

lunes, 30 de septiembre de 2013

Llegando a los 50000! gracias totales!

Hola mis queridos seguidores! Saben que nunca publico de estos posts, donde nos hablamos cara a cara. Pero cada tanto... necesito contarles algunas cosas!

Estamos llegando a las 50000 visitas en poquito tiempo, y todo es gracias a USTEDES, que me leen, comentan (no tanto como quisiera pero los perdono jajaja) intercambian, y recomiendan el blog, que hace 6 años está en el aire.

Sumamos sesiones como "Volando por ahí" donde les cuento de mis aventuras de viaje comiendo  y próximamente "Productos que probamos" para mantenerlos al tanto de las novedades y lanzamientos del mercado que nos gustan, y los que no también! 

Les dejo una imagen de la semana pasada, donde tuvimos el record de visitas de este año :100 en un día! Me despido hasta otro post, y seguirán siendo testigos de lo que va pasando! 

Ensalada de salmón y berros

para 2


2 paquetes grandes y frescos de berro
4 lonchas de salmón rosado ahumado
2 huevos duros rallados
10 aceitunas negras descarozadas
3 cucharadas de crocantes para ensalada
2 cucharadas de crema
jugó de limón
mayonesa ligth

Disponer una cama de berro bien limpio y sin los tallos, luego rallar los huevos, filetear las aceitanos, cortar el almón en tiritas, agregar el crocante. Aliñar. Acompañar con unas tostadas de focaccia.


miércoles, 25 de septiembre de 2013

El riesgo incierto de las porciones para compartir

Uno ya se sabe los lugares esos, donde supuestamente (y ya veremos en que escalón apoyo lo de supuesto) las porciones son "para compartir". Esos que adoran los que adoran los bodegones, los sitios donde se huele a frito, y vos te vas con el mismo hermoso perfume y te avergonzás toda la tarde al menor movimiento de pelo, porque es absolutamente persistente.
Cuando alguien me destaca como valor "las porciones son para compartir " tiemblo. De verdad. Se me erizan los pelitos de los brazos y me veo venir lo peor en forma de monstruosa Maryland. O de balde de fideos. O de torre de chinchulines y riñones.

 Cuando una porción es "para compartir" quiere decir que vale doble o en todo caso, es 1 porción y media. Así que como las frazadas cortas no cubre todo los requisitos! o gastás lo mismo que eligiendo 2 patos en un lugar coherente o te quedás con hambre, porque finalmente las papas fritas no eran tantas. Pero además... por que me obligan sistemáticamente a acordar con el otro lo que quiero comer? si yo quiero ravioles y el otro salmón, como podremos acordar comer un matambrito al verdeo? Y ojo que es compulsivo eh! los que tienen "porciones para compartir" jamás tienen "media porción". Es o TODO o NADA, y que el comensal se las arregle. 



A que obedece esta maniobra? al engaño, seguro! Porque el argentino promedio adora pensar que está "haciendo negocio". Pero además, le simplifica el trabajo a la cocina, que con un morroncito más y una feta de jamón, estira un plato, cobra doble y sirve a 2 con el esfuerzo de servir a 1. 

lunes, 23 de septiembre de 2013

Café Vizno (confitería del Teatro Colón)

En el año 1908 se inauguró este teatro, que otrora estuviera emplazado donde hoy está el Banco Nación, frente a la Plaza de Mayo. Dentro de su majestuosa edificación, se proyectó el pasaje para carruajes tirados por caballos, que tiene salidas por las actuales calles Viamonte y Tucumán. Las Damas de alcurnia y sus caballeros, vestidos siempre de impecable etiqueta, podían así desembarcar dentro del teatro mismo, en sus entrañas y evitarse las inclemencias del clima. También aquí estaba el pasadizo para viudas, para que aquellas que guardaban luto, pudieran disfrutar el espectáculo sin ser vistas.

Dentro del polémico Master Plan del año 2008, estaba la puesta en valor de este espacio, y la apertura de ambos portones, dando lugar a la mudanza de las boleterías y a la instalación de este café. Un espacio vidriado con amplias vistas tanto al pasaje como al movimiento típico de este y al gift shop.

Hasta ahí todo optimista, pero... el café es malo, el servicio es peor. La cafetería está atendida casi casi como un Mc Café. Lo que acompaña las bebidas es una de esas galletitas envasadas en máquina que las corta como boletos y no traen un vasito de agua. Las mesas están destartaladas, las sillas también. No nos tocaron ni 2 vasos ni 2 copas que coincidieran entre sí. En el exhibidor había tortas mal envueltas, con frambuesas que fueron jóvenes y lozanas en el 2008 y sandwich con los panes con orejitas de secos... todos mustio, languideciendo ante la lamparita que lo alumbra... un horror.

Tanta historia que posee este Monumento Histórico merecería una propuesta más a su altura. Una pena.

Mi puntaje : 4

martes, 20 de agosto de 2013

Mis sabores preferidos

En el término de 2 años, recibimos la novedad de librería, de las delicias de Luciana López May. No la conocíamos en esta faceta y a través de "Mi primer libro de recetas" nos encontramos gratamente con sus sabores, su sencillez, su alegría, sus historias familiares, su estilo y su estética más que casera.
El libro fue un éxito absoluto y llegó "Recetas para compartir" otro más en el mismo estilo, otra vez las recetas diferentes, con usos distintos de materias primas comunes o usos comunes de materias primas distintas. 

En este, su tercer libro, Juliana nos regala un libro objeto, una libro para poseer y gastar las páginas de pasarlas de un lado para el otro. Los capítulos son productos que se van sucediendo como las estaciones. Las recetas son sencillísimas y no por eso menos apetitosas: desde las espinacas al horno con un huevo hasta postres de cuchara. Todos los capítulos tiene unas palabras, una pequeña reseña escrita por ella misma, contándonos por que eligió cada ingrediente. La estética es maravillosa, con hojas que parecen encajes, fotos deliciosas, cenitales, sencillas... todo remite ala informalidad, al partido de Tigre, a la vajilla desportillada de la abuela, a la femineidad, a las ganas de vivir, a la satisfacción de hacerlo.

Yo tengo los 3!

Precio en librerias: $289

lunes, 19 de agosto de 2013

Café San Juan (La Cantina)

Mucho ruido produjo en el sector la apertura de esta segunda casa de Leandro Cristóbal. Mucho programa alegórico, mucho piripipí.... Justo es decir que el Café quedaba chiquitito ya para tanta fama y era necesaria una expansión, ya que el programa se ve en toda latinoamérica y recibe turistas permanentemente además de los locales que peregrinan hasta este sitio, para ver a Lele en acción.

El lugar es super agradable, luminoso, grande, con una mesa al fondo comunitaria que emula las "tables du chef", que se ubican dentro de las cocinas en Francia. Replicando el modelo del café, hay una cocina a la vista con banquetas en la barra. Todo está puesto de un modo más moderno y arreglado y tienen carta en lugar de las tradicionales pizarras.

Y acá y muy a pesar, empiezan los problemas. El servicio! nos ninguneó permanentemente. No se preocupó de satisfacer nuestros pedidos, ninguno de los 2 camareros nos sonrió en ningún momento. Me pusieron delante una fuente Lafont hirviendo sin ninguna advertencia (todavía tengo la marca de la quemadura en la muñeca izquierda) Mucha cara de culo para un viernes al mediodía. Claro, había otras mesas llenas de fotógrafos, de gente que iba a engordar la fama del lugar y nosotros eramos simples clientes. Extrañé muchísimo a los mozos del café. 

La panera, dio un vuelco, y después de comer panes ácidos durante años con aceitunas, de pronto llegó una panera con 4 o 5 variedades divinas de panes, con una focaccia aromática hasta la locura, un pan de molde integral soñado y un pan blanco genial. No recuerdo si hay algo para acompañarlo. Pero no es lo más importante. Pedimos una entrada de vegetales ($66) nada del otro del mundo, unas rodajas de zapallo, unas rodajitas de zanahoria, unos verdes plimplum, nada demasiado especial. También pedimos la trucha entera... uff! nunca había pedido un plato de pescado en el Café tan... falto de redondeo ($135) las batatas que lo acompañan estaban casi deshechas de pasadas de cocción, los hinojos del fondo tristes y mustios, el sabor discreto y la incomodidad de comer en una fuente de horno, directamente es inadmisible. Y llegando a lo peor que nos pasó en ese almuerzo de locos... el postre! pedimos una tarta de chocolate blanca y arándanos ($69, si! leyeron bien! sesenta y nueve pesos argentinos) que fue directamente incomible. Si bien la masa era correcta, el relleno era espantoso y los arándanos estaban pasados. LO JURO, palabra de cocinera.

Solo tengo para decir, que Leandro estaba en la cocina, como todas las veces que a lo largo de los años fui a comer a sus restaurants, pero esta vez más pendiente de sacarse fotos y hacer show que de cocinar. Los precios treparon hasta la locura (hay platos que rondan los $180) la atención decayó por completo, la excesiva fama, a veces, hace mal. Los que lo seguimos hace 8 años como mínimo, lamentamos que se haya olvidado que un tiempo donde íbamos por la comida y porque el servicio era cordial y empeñoso.

Mi puntaje: 5


Chile al 400.

domingo, 4 de agosto de 2013

Torta mousse de limón

Para un molde de 20 cm.

Base:
1 paquete de Melitas
80 grs. de manteca

Curd:

2 yemas
2 huevos
2 limones
250 de azúcar
100 grs. de manteca

300 grs. de crema batida a medio punto

merengue suizo de 3 claras.

15 grs. de gelatina sin sabor. (1 cucharada)

En la procesadora poner las galletitas con la manteca bien fría, procesar hasta arenar. Llevar a horno 5 minutos para dorar. Dejar enfriar.

En una cacerolita de doble fondo colocar el jugo de los limones, las yemas, los huevos y el azúcar, llevar a fuego suave, revolviendo constantemente hasta q espese sin hervir. Si tienen termómetro, es hasta alcanzar los 72°. Rápidamente cambiar de recipiente y agregar la manteca helada, mezclar para bajar la temperatura.
A esta preparación, integrarle con movimientos envolventes la crema batida a medio punto y la gelatina sin sabor hidratada en agua tibia y disuelta 1 minuto en microondas.
Con movimientos envolventes, incorporar el merengue en 2 o 3 partes. Volcar sobre la base de galletitas y llevar a heladera hasta solidificar.

domingo, 14 de julio de 2013

Russ & daughters

Ya les conté del paseíto hasta el Lower East Side en Manhattan, de las capas inmigratorias que cubrieron el barrio convirtiéndolo en el sitio más densamente poblado del mundo en esa época en que la guerra, el hambre y la pobreza empujaban a miles de inmigrantes del este de Europa, en su mayoría judíos, a buscar suerte en otros puntos del globo. Les conté de las casas bajas, de las sillas municipales abulonadas, de las callecitas estrechas y del glorioso Kat´z... 



Bueno, ahora les vengo con el cuento de otro local histórico y maravilloso, que queda en la misma cuadra, con el sol bañando la vidriera y montones de personas apretadas dentro. En 1908, un alemán llamado  Joel Russ, consigue casarse y en 1914 luego de tener a las 3 hijas del título, pone su primer tienda de abarrotes, que incluye salmones y arenques salados y curados de diferentes modos y procedencias. Es tal el éxito que con los años, se dedica casi en exclusividad a dicho producto. Las pequeñas Russ ayudan en el negocio luego del colegio y los fines de semana.
Hoy por hoy, el negocio sigue en manos de miembros de la familia, que llegaron a este mundo, según cuenta la leyenda, luego de que los maridos de las chicas, probaran los productos del padre.

El local es pequeño, no tiene ninguna mesa, pero sí 2 mostradores y un par de bancos en la vereda. De un lado, se expende el salmón, del otro, productos típicos de la confitería tradicional, como el Halva, y fruta en conserva.
La espera es mucha, pero la atención es amable, y paciente. El sistema es más o menos así: después de sacar números y esperar mucho, te toca tu turno entonces elegís un pan, (bagel casi con seguridad) luego uno de los más o menos 8 salmones que están disponibles para sándwich, te lo filetean pacientemente en el momento directamente de la penca, complementás con un buen creamcheese (también a elección) y pagás la suma de esos 3 productos. Simple. 
Nosotros pedimos un bagel con sésamo, salmón escocés y crema de escalonias y una limonada envasada especialmente para este local y  pagamos unos u$s 18 (sí! es muy caro)  y nos fuimos a la placita de la esquina a comer al sol un bocado perfecto.

lunes, 8 de julio de 2013

La Bonne Soup (New York)



Antes del viaje, había leído en guías y páginas sobre este restaurant, incluso amigos cercanos me lo habían recomendado. TENÍA que probar, por lo menos para poder dar mi opinión! Así que un día de mucho frío, lluvia y viento, llegamos felices a la puerta de este pequeño bistró francés, en las cercanías del MOMA. Aunque estabamos muy cerca de las 2 de la tarde, el sitio estaba repleto, con gente esperando afuera.

El local, es pequeño, con un entrepiso, y una cocina parcialmente a la vista, con baños diminutos y no del todo limpios, lo que me llamó la atención, porque en New York en general, relucen. Nos tocó una mesita casi a la entrada, casi pegadita a la de al lado.... y a la del otro lado y así.

El servicio eficiente, en manos de un camarero latino (Claro que sí... ) es rápido, pues el menú es muy sencillo. Todo está organizado en  combos, del tipo ensalada + sopa + postre. Como en todos los sitios en USA, ofrecen agua en jarra sin cargo. Por lo tanto la desición de pagar una bebida es estrictamente personal, cosa que veo con simpatía.
Tambien en la carta, están los mejores y más clásicos platos de la cocina francesa.

Pedimos una sopa de cebollas MA-RA-VI-LLO-SA! que me llevó a Paris, a otro día lluvioso y frío... a otros viajes y otros recuerdos. Un placer enorme! tambien probamos la de hongos y vegetales, más parecida a un consomé, con mucho sabor a tierra, bosque e invierno. Todo venía acompañado por una ensalada fresca y un postre: flan o mousse de chocolate. 

Vale la pena.

domingo, 30 de junio de 2013

Sopa de lentejas turcas e hinojo

(para 6 amigos con frío)

1 bulbo grueso y turgente de hinojo
1 cebolla grande
300 grs. de lentejas coral
2 zanahorias o un trozo de zapallo 
1 cucharada de curry en pasta
1 cucharadita de barahat
1 cucharadita de caldo en polvo



Saltear la cebolla y el hinojo cortados bien finitos. Agregar la zanahoria o el zapallo del mismo modo, revolviendo ocasionalmente (no importa si se pega). Agregar agua hasta cubrir, e incorporar el baharat, el caldo y el curry y salpimentar, bajar el fuego hasta reducir y que se cuezan los vegetales. Luego, agregar las lentejas, cubrir con el agua necesaria y cocinar 15 minutos. Rectificar la sazón, y procesar o no, de acuerdo a cuan rústica queramos la sopa. 

martes, 25 de junio de 2013

Café 2. MoMA (New York)

Hace unos años, visitando París, quedé gratamente sorprendida por la calidad de la comida del bar del Louvre, en un día de un frío intenso, y haciendo un alto en el recorrido por un Museo increíble pero agotador... una reparadora comida te llena el alma y te da fuerzas para seguir adelante sin parar. 
En esta oportunidad en el MoMA me pasó lo mismo! era un día de frío medio lluvioso en NY, con ráfagas de viento, con esa sensación de desprotección que te genera la isla con los rascacielos inmensos y el gris por todos lados. 
El Café 2, está en el tercer piso, y es uno de los 3 sitios que hay para comer. En concordancia con el edificio del museo, que es como cajas de vidrio blancas apiladas, también es una caja blanca, con grandes ventanales al fondo que dan a un jardín. Una puesta despojada y sencilla marca la sofisticación de esta propuesta.

El servicio, HIPER eficiente, sonriente y en español, fue muy placentero. Cabe destacar, un fenómeno que vi mucho allá y que seguramente nosotros vamos a tardar mucho en incorporar: el fenómeno de las mesas comunales en sitios con un promedio de alrededor de u$s 30. El cual es alto, si lo comparamos con el precio de un menú de comidas rápidas que ronda los u$s 6. Los sitios están casi pegados, en mesas bien largas (de 30 personas aprox.) y se dividen con unas banderitas. Como los sitios no son lo ruidosos que acá, el tema se tolera aunque asombra e intimida. Vestidos de negro riguroso, se ganan la propina, que por buen gusto, allá siempre ronda el 20%.

Pedimos un salmón grillado con vegetales que estaba muy bien, y un paninni de quesos varios que venía acompañado de unas olivas maravillosas. Las sopas, ensaladas y pastas que llegaban a las mesas, se veían deliciosas, aunque las porciones son un poco pequeñas. Una curiosidad: el pan, nos lo cobraron parte, y muy caro: 1,5 el equivalente a un mignon!
En el estado de New York no está permitido servir alcohol antes de las 12 del mediodía, así que eso acabó con nuestro antojo de una picada con quesos y jamones italianos, que rondaba los  u$s 30 también. Un café y a seguir recorriendo este curioso museo.

lunes, 24 de junio de 2013

Barbieri (Río de Janeiro)

Río tiene playas (muchas) tiene el Cristo, tiene el Pan de azúcar, tiene unos atardeceres que cortan el aliento, tiene magia... sonidos, colores y un ritmo que le son propios. Mundialmente famosa, nos regala siempre lindas postales. Se está vistiendo de fiesta por la cercanía del mundial y las olimpíadas.
Aunque claro, la mejor parte de conocer una ciudad es transitar los sitios que transitan los locales. Ir a su  ritmo, comer sus comidas divertirse en sus bares, ver de que viene la mano de verdad. En el Barrio de Lapa, está la movida más grande para locales: muchos pubs, mucha movida, gente por todos lados, diversión, baldes llenos de hielo y cerveza, música en vivo, carritos de Caipis. Un cierto aire bohemio que se mezcla con los edificios históricos y con los Arcos iluminados de noche. Un sitio lleno de atractivo, al que vale la pena ir una nochecita aunque está lejos de las playas típicas que transitan turistas que se ponen negros de día al sol y caen derretidos en las camas a la noche.


Hacia allá nos dirigimos a comer en un restaurant super conocido, que en otra época era peluquería y barbería para hombres. Abierto hacia la vereda, está siempre lleno y decorado con el estilo típico de esos negocios, con algunas sillas antiguas de barbería, con buena música, con cuadros de famosos con bigote. 

Pedimos cerveza(s) y el plato de picanha que sale acompañado de farofa, arroz (se puede elegir entre varias maneras de prepararlo, nosotros elegimos el de brócoli y estaba muy bueno) papas fritas. Nos llamó la atención que nada de todo eso era verde, así que pedimos aparte una ensalada de lechuga y tomate que nos salió más cara en proporción que toda la comida... Toda la comida rica, el plato era para 2 o 3 y gastamos alrededor de u$s 60.

Vale la pena el paseíto hasta la plaza y coronar la noche con una caipirinha recién hecha. 

viernes, 21 de junio de 2013

Rice to Rich (New York)

Antes de mi viaje, había estado buscando información por varias vías, entre ellas... cocineros famosos. Vi todos los capítulos de "Máximo en New York" y así descubrí este rincón que queda en el triángulo entre el Soho, Little Italy y Chinatown. El lugar es chiquito, pero tiene toda toda toda la onda. Decoración futurista, granos de arroz que parecen volar hacia nosotros y algunas "bromas" empezando por el nombre. Fuimos un día de semana a la noche, casi cuando cerraban y estaba lleno, con gente que llegaba en taxi especialmente hasta el local.


La propuesta es muy interesante, se trata de un mono producto (el arroz) cocinado como pudding... esto es: cremoso, casi a punto de deshacerse, con diferentes cremas y saborizantes. Simple. Concreto y genial. Y no se imaginen que se parece para nada al arroz con leche que conocemos... no no! es casi como como... como una pasta o algo así, cremoso y delicioso, hasta para los que no nos gusta!


En el local venden de todo, cucharitas, remeras, bolsos térmicos, envases, tuppers... con diseño canchero, el merchandising abunda... pero es que se puede hacer tanto con tan poco? pues parece que sí! Se parece a una heladería, con los sabores refrigerados y diferentes envases para llevarlo, desde el individual, hasta el de kilo (lo llevarán a las casas como nosotros el kilo de Persicco?) pasando por el de 3 gustos... hay toppings para ponerle y 3 mesitas cancheras para comerlo ahí mismo, no es barato (el más chiquitito $4,75) pero vale la pena probarlo!

miércoles, 19 de junio de 2013

Carrotcake


-100 gr. nueces  
-200 grs. de pasas de uva sin semilla
-340 gr. zanahorias sin piel
-260 gr. harina
-1 cta. bicarbonato
-2 ctas. levadura tipo royal
1/2 cta. sal
-2 ctas. canela
 
-1 cucharadita de jengibre  
-1 cucharadita de cardamomo
-4 huevos grandes
-250 gr. azúcar
-240 gr. aceite girasol
-1 cta. vainilla
-pizca de nuez moscada, (opcional)

 
Rallar las zanahorias lo mas finas posible. Tamizar ingredientes secos. En otro bol batir los huevos con el azúcar, agregar el aceite y los secos con movimientos envolventes. Luego incorporar la zanahoria, las nueces picadas  y las pasas. 

Hornear a 180° hasta que hundiendo un pincho en el centro salga limpio. 

Una vez fría, decorar por fuera con una crema formada por 300 grs de queso Finlandia + 50 grs. de manteca pomada + 5 gotas de jugo de limón + el azúcar impalpable que tome.

Nota: también puede usarse esta mezcla para preparar cupcakes!


lunes, 17 de junio de 2013

Bagel´s

Agua c/n
Harina 1 k
Huevos 2
Azúcar 4 cucharadas

Aceite neutro 120 cc
Sal 1 cucharadita
Levadura líquida 1 sobre
Leche 500 cc
semillas  sésamo y amapola 100 g

(receta para 2o medianos o 30 pequeños)

 

- Poner a hervir agua en una cacerola grande. Reservar
- Encender el horno hasta que alcance una temperatura de 180°C.
- Aceitar una placa para horno. Tener preparado una espumadera y un papel absorbente o un lienzo perfectamente limpio.
- En un bol colocar la harina, 1 huevo, el azúcar, el aceite de girasol y la sal.
- Mezclar. Agregar la levadura líquida. Integrar.
- Entibiar la leche e incorporar, de a poco.
 - Amasar durante 15 minutos.
- Dejar levar y cortar bollitos del tamaño de la mano.
- Hacer rollos, como para ñoquis de 2.5 cm de diámetro y 20 cm de largo.
- Unir por los extremos, formando una corona.
- Dejar reposar de 15 a 30 minutos, con un lienzo por encima.
- Colocar en la cacerola con el agua hirviendo.
- Cuando suban a la superficie, retirar y apoyar sobre el lienzo o el papel absorbente.
- Acomodar en la placa aceitada, pintar con un huevo batido, espolvorear con semillas de sésamo, lino y amapola.
- Hornear a 180ºC hasta que estén dorados.

domingo, 16 de junio de 2013

Guarda la Vieja

Si hay algo realmente malo con el hecho de ir al cine al Abasto es su patio de comidas, feo, lleno de gente, con las mesas sucias y gente cada vez más maleducada... El jueves fui con Diego a ver "Nada es lo que parece" y evidentemente él, ya había solucionado el problema, y me llevó a este lugar a escasas 3 cuadras del caos. Es una linda y amplia esquina, con ventanas antiguas, ladrillos a la vista de los antiguos en serio y techo en forma de bobedilla, decorando las paredes hay unas pinturas super interesantes. Buena música, mucha gente, ambiente relajado, el tema prometía...

El servicio, a cargo de chicas con un aspecto super hippie (pelos locos, narices de payaso y pantalones babucha) es buenísimo! son amables, eficientes, todo llega rápido y atienden a los pedidos de hielo, más pan, sal o lo que sea. Muy grato a decir verdad, hoy en día, en que la mayoría de los camareros te ignoran olímpicamente  Acá todo sale acompañado de sonrisas.

Pedimos un vacío al horno con ensalada ($53) 4 trozos grandes, tiernísimos, cocidos en vino tinto, con una mixta bien fresca. Tambien unos panzottis con salsa rosa ($48) excelentes, caserísimos, con un relleno de espinaca que se veía al corte, la salsa podría ser mejor, pero no era grave. Como me gustó tanto, volví anoche después de otro cine y pedimos una picada especial ($90 para 2) un poco despareja pero abundante; trae jamón , queso, aceitunas, berenjenas, papas fritas, algunas rabas, batatas fritas, boconccinos, tomates secos, bastoncitos de muzzarella y (acá el detalle que marca la diferencia) espuma de alioli, untuosa y rica. 

No cobran cubierto, el pan casero está genial, la pastita para untar está buena, los baños limpisimos y bien provistos de todo lo necesario, el maní de la cerveza está buenisimo... y te dan chupetines con la cuenta. querés algo más?

Mi puntaje: 8

Guardia Vieja y Billinghurst

viernes, 14 de junio de 2013

Kat´z (New York)

Un feriado a la mañana, con el sol al fin el alto, partimos para el Lower East Side en subte. Recorrimos un poco el barrio fascinandonos entre los locales antiguos que venden corsets como hace 100 años, los bolichitos nuevos con aspecto de viejos, el ritmo del barrio y de los vecinos que hacen cola sin problema fuera de una panadería diminuta para comprar sus bagels y tener un desayuno tardío.
Es de las partes más antiguas de la ciudad, donde se establecieron las primeras capas de inmigrantes centroeuropeos, judíos e irlandeses y donde hoy se ubican los portorriqueños que han logrado dar a conocer el barrio como "lowesaida". No es un dato que se me pase de largo que las sillas y mesas públicas que en centro son livianas y fáciles de transportar, aquí están abulonadas al piso.

El local funciona desde finales del 1800! y es una esquina muy grande, con 2 salones caóticos y un tanto desprolijos. Y es el único local que conocí en New York que solo recibe efectivo. Pasar la puerta, es entrar en otra dimensión. Tomás tu bandeja, y te plantas delante del primer despachante que te mire y le pedís lo que querés, te anota en el ticket el precio, lo mismo con las bebidas o cualquier otra cosa que desearas. También está la opción de ser atendidos por un camarero, pero para eso hay que conseguirse una mesa contra la pared. 
Acá la gente entra, come y sale, casi como si la puerta de entrada fuera giratoria. El salón tiene apenas 2 curiosidades que encantan: el cartel de la mesa donde se filmó la famosa escena de "Cuando Harry conoció a Sally" y un mural con la leyendo "Send a salami to your boy" que se corresponde con una costumbre del negocio: enviar sus salames a los soldados americanos a cualquier punto del globo donde se encuentren. 

Pedimos el sandwich de pastrami, con mostaza antigua y pepinitos de guarnición (alrededor de u$s 12) una maravilla altísima, tibia, tierna, deliciosa... La carne cocida a baja temperatura da lo mejor de sí, y uno siente que valió la pena venirse hasta acá. Los pepinos los sirven en 2 versiones: apenas curados y muy vinagrosos. La idea es ir mordiendolos cada tanto para limpiar el paladar. Es para 2, tener en cuenta a la hora de pedir. Nos tomamos una Canada Dry y salimos con el lama llena de felicidad a otro local a media cuadrita: Russ e hijas... pero esa es otra historia!

martes, 11 de junio de 2013

Pastrami

1 kilo de tapa de asado
1 cabeza de ajo
6 hojas de laurel
1/2 taza de sal gruesa o parrillera
1 taza de vino tinto
2 tazas de agua
mostaza en polvo
ají molido
pimentón dulce
2 cucharadas de azucar negra

Limpiar de grasa la pieza, dejándole la suficiente como para que derrita en cocción. En una fuente de vidrio que le quede ajustada. Picar el ajo colocar por debajo y por encima de la carne. acomodar todo lo demás por encima, agregar los líquidos, tapar con film y tenerlo así durante 8 días, girando la carne cada 2 en el sitio más frío de la heladera.
El octavo día, descartar el liquido e ir a cocción horno 180° durante 2 horas, rebañando permanentemente la carne con su jugo de cocción, compuesto por 2 tazas de agua y una de vino. Demorará alrededor de 2 horas en lograr su capa característica y una carne q se deshila sola. 
Dejar enfriar, cortar bien finita y servir con mostaza a la antigua en pan de centeno o pretzalej.
Acompañar con pepinos pickle.



sábado, 8 de junio de 2013

Pinuccio e figli

En la esquina de Chile y Pasco, hace añares, funciona esta cantina italiana con sucursal en Palermo. Típica, mantelitos a cuadros, un poco de descuido en las paredes, clientela asidua (se nota, porque saludan a todos con besos ) y bastante grande, es de una familia con una dilatada historia dentro de la gastronomía. Pinuccio tuvo durante años su negocio en Chile y Tacuarí, con una modalidad muy parecida, y ahora los hijos lo homenajean con fotos en blanco y negro en el menú y las mismas buenas materias primas.

El servicio no es profesional, pero es esforzado, atento, sonriente, y te ganan con las buenas maneras y las explicaciones llanas. Realmente se esfuerzan en lograr el objetivo. Vestidos de negro con el logo de la empresa bordado, van y vienen de forma despareja, pero poniendo todo de sí, no se puede pedir mucho más. Aunque la cuenta tarde más de lo debido, aunque los platos lleguen a destiempo "porque le pusieron mal la salsa, vio?" están disculpados. De hecho, son ellos mismos los que le recuerdan al cliente q si tienen Club La Nación o 365 el descuento es del 20%

La comida se inicia inevitablemente con la mesa de entradas ($210 el kilo, cada plato pesa alrededor de 300 grs.) y si se adivina el peso en la balanza... el plato es sin cargo! (vieja tradición de Pinuccio) hay de todo: pulpo, fiambres, quesos, mariscos varios, preparaciones, buñuelitos, mini muffins de brocolli, vitel toné en fin! un antipasto donde faltan ni los morrones ni el carpaccio y pasa por los huevitos rellenos y la mejor capresse... tentaciones por doquier! La panera no es variada pero las rosquedas amasadas con aceite que llegan calentitas a la mesa valen la pena. Pedimos también cintas papardelles con bolognesa ($65) muy abundantes ricos y con una salsa suave y un pollo provenzal apenas correcto, sin una gota de salsa y en el límite de la cocción donde ya no es peligroso para la salud pero cuesta cortarlo ($60).

La cuenta viene con Limoncello casero (con pulpa) y redondea unos $100 por persona con un vino discreto.

Mi puntaje: 7

Chile y Pasco, conviene reservar, su público fiel lo visita con frecuencia.

Las Cholas

Una fórmula que funciona se repite hasta el infinito, se masifica, se cosifica y el resultado... es un combo difícil de tolerar para el cliente que sabe mínimamente comer. Parece que poner de moda un sitio y llenarlo les alcanza a muchos empresarios para quedarse tranquilos, llenar sus arcas de dinero y tirarse a descansar sin que nada les pese en la conciencia.

El lugar es agradable, un tanto excesivo (en la terraza el piso es de piedritas que rompen el cuero de los zapatos o lastiman los pies, dependiendo del calzado con el que se haya ido) y consta de salón + vereda + terraza con un alto nivel de sonido y un bajo nivel de iluminación, sillas de paja destartaladas + manteles de papel + camareras desganadas + colores atrevidos + decoración ecléctica. El baño es minúsculo incómodo y bastante falto de limpieza y mantenimiento general y hay uno solo...

El servicio, como ya dijimos desganado, es indolente. Y les pareció dentro de lo común que esperara una mísera empanada de carne por más de 45 minutos. Son muchos, pero charlan entre sí y se hacen ruidosas bromas mientras la gente espera y se fastidian si se insiste en llamarlos. Rehenes de una noche de pesadilla, los clientes toleran y toleran en nombre de unos supuestos precios bajos. Por que digo supuestos? porque el promedio por persona, ascendió a 120 sin vino y sin postre... y la oferta? Ojo con los costos ocultos de estos lugares...!

Pedí una empanada ($8) con la cebolla en su interior CRUDA .! osea CRUDAAAAAAAAA no hay explicación ni consuelo ni justificación posible para un relleno mal cocido, con lo peligroso que se vuelve suponer que la carne picada estaba igual. Luego un matambre de cerdo a la parrilla ($65 aprox.) que no era tal, sino el clásico corte del cuello del chancho con el que suelen reemplazarlo en los lugares engañosos. Venía con papas fritas con mucho gusto a aceite rancio y todo servido en las típicas tablitas sospechosamente mal lavadas.

El sitio estaba lleno, repito. El público consumidor de moda en Las Cañitas, no sabe elegir.

Mi puntaje: 3

Arce 306

viernes, 7 de junio de 2013

Estoy de vuelta!

Mis queridos seguidores, fieles lectores hace 6 años... estoy en deuda con ustedes! Hace varios MESES que no actualizó y la culpa me persigue... lo juro! 
Prometo ponerme al día para q sigamos intercambiando y leyéndonos en este espacio.

Les mando un beso gigante y los dejo una foto de mi último viaje (del cual voy a escribir una serie de notas para compartir)


lunes, 25 de marzo de 2013

Lezama

Había tenido un sábado dificil y estaba con ganas de entregarme a lo conocido, a esos entrañables platos de bodegón, que te retrotraen a tiempos felices y domingos al sol.
Pusimos proa al Parque Lezama, y en una de sus vereditas, a media cuadra del histórico "Bar Británico" entramos en este restaurant típicamente porteño.

El salón es mediano, con fotos y afiches en las paredes, con Ricky Martin sonriendo desde varias. Mucha madera cubre las paredes, jamones cuelgan del techo y las heladeras conservan manjares a la vista. Con grandes ventanales que dejan entrar el Parque y el verde practicamente dentro del mismo.

El servicio merece un comentario aparte. Pues tiene mozos de oficio, solidísimos. Suelen ser un placer porque recuerdan la comanda, recomiendan y guían en todo lo necesario. Aunque el carácter que tienen y el registro de humor a veces meten miedo... Pues en este caso, muy por el contrario, tienen un trato super cordial, sonríen y son amables y le hacen guiños permanentes a los niños. Se agradece. Para un salón de unos 70 cubiertos, hay 5 mozos, una maravilla que garantiza la atención de todos y cada uno en tiempo y en forma.

Con el cubierto, hay un paté casero y una panera con blancos y negros, pero de los ricos. Pedimos unas rabas ($55) Deliciosas, tiernas y sabrosas en una fritura perfecta. Tambien unas cintas caseras salteadas con tomate, berenjenas y cebollas,  que venían en un plato DESCOMUNAL, a la temperatura justa y hechas como si una tía se escondiera en la cocina ($55 un plato interminable) Para entregarnos a un clásico de todos los tiempos recurrimos a las mollejas al verdeo con papas españolas; si bien la base de la salsa era una espesa sin la suavidad de la crema, estaba super sabrosa. Las mollejas eran fileteadas, lo cual nos habla de su calidad y las papas eran crocantes y secas, maravillosas, la porción se puede compartir si se pide antes una entrada ($73). A LOS POSTRES NO LLEGAMOS, pero son los clásicos y pintan bien, con un precio que ronda los $25.

Volveremos por el conejo, el bife Lezama y el pollo al gusto, con seguridad no defrauda.
Realmente recomendable. Después una siesta al sol y felíz domingo para todos!

Mi puntaje: 8

Brasil 359, mediodía y noche

martes, 12 de marzo de 2013

Gery Capúa Dulzores

La pastelería y los amantes de las cosas dulces, están de festejo desde el lanzamiento de este sitio web, dirigido por la pastelera Geraldine Capúa, de dilatada experiencia junto a grandes maestros como Beatriz Chomnalez, Narda Lepes, Fernando Trocca y otros.  

Son especialistas en mesas dulces, y pack y servicios desarrollados para reemplazar y solucionar el postre, cuando se juntan varios amigos y terminan pidiendo helado.

Entre sus secciones, hay una muy divertida e interactiva, que se llama "armá tu torta" permite elegir bases, rellenos, coberturas y obtener el precio de la creación, hacer el pedido en línea y a su vez, conectarlo con Facebook.

La encuentran en www.gerycapuadulzores.com.ar Pasen y vean, seguro que se van a tentar!

Máximo placer en la cocina

El primer libro de este magnífico cocinero, vio la luz a fines del año pasado. Conductor de varios ciclos de cocina por Gourmet, entre los cuales podemos nombrar "En busca del Máximo dragón" en el cual recorre China y el genial "Máximo en New York" que fue filmado durante la estadía de López May en la Gran Manzana como chef ejecutivo de un gran hotel. Justamente durante esa etapa de su vida, es que se gestó este libro, lo cual es evidente en el formato, la fotografía y el estilo.
Es un libro para adoradores de Máximo? Sí!
Es un libro para dejar en la mesita ratona? Sí!
Es un libro para aficionados a la cocina? Sí.... y no. Pues es un libro que requiere cierto conocimiento de las materias primas y de las técnicas para manipular ingredientes. Así y todo, vale la pena aventurarse dentro de esta colección de recetas, con unas fotos increíbles y unos conceptos bien interesantes.

Precio en librerías: $249      

El mirasol del puerto

Sucursal de una parrilla más que clásica del barrio de Boedo, es junto con su hermana de la Recova, las niñas bien de la familia El Mirasol.
En una situación privilegiada y en un local enorme, se encuentra esta parrilla clásica de espaldas al río. La decoración es clásica por demás, y está pensada, en gran parte, para turistas.
Habíamos reservado una mesa para 3, en enero un día de semana, para llevar a una persona que venía de otro país. Por lo tanto, y dada la escasez de reserva y la hora, no me pareció de extrema necesidad precisar que quería una mesa afuera y sobre el agua, pues dí pro sentado que para un martes a las 20,30 hs. sería lo más lógico. Pues no, me reservaron adentro, en un salón vacío y frío... Luego de pedir que me cambiaran afuera, me ubicaron sobre la pared, y no sobre el agua, teniendo que pedir lo OBVIO, en una tercera instancia. Las mesas están puestas de un modo sencillo con individuales de simil cuero. La panera no fue gran cosa aunque cobran $16 el cubierto.
El servicio... a pesar de la abundancia de mozos, nadie nos atendió realmente bien, o se olvidaban partes del pedido, o el aceite para la ensalada, o el edulcorante para el café... poco organizados, además parecían poco entrenados.
Pedimos un chorizo ($45) normal, una empanada ($16!!!!!) y una provoleta ($58) más que mediocre y no totalmente derretida de entrada. Un bife de 900 grs. (alrededor de $200) una porción de mollejas ($86) muy tiernas y a punto, y una entraña ($89) unas papas fritas... congeladas!! ($45) y lo mejor de la noche, una ensalada de hojas baby maravillosa ($53) con 2 aguas y un vino de gama media gastamos la exorbitante cantidad de $865, sin postre y sin pena y sin gloria y sin servicio y sin y sin y sin.,...
Un tema para comentar: el baño es muy moderno y bien equipado y está realmente limpio, pues tienen una persona a cargo del mismo. Pero increíblemente tratándose de un lugar con los precios arriba descriptos, la misma tiene el famoso "platito" para que le dejen propina, me pareció vergonzoso, aunque desubicado.

Mi puntaje: 6

Alicia Moreau de Justo 202

Ricotta horneada

Para 6

1 kg. de ricotta
0.5 kg. de cebollas
sal y pimienta a gusto
3 huevos
2 cucharadas de crema
tomillo fresco

En una sartén con apenas aceite y bien caliente, rehogar la cebolla picada fina hasta que esté bien dorada. Luego, mezclarla en un bol con el resto de los ingredientes, llevar a una Pyrex con spray vegetal y hornear en horno fuerte hasta que se dore por encima. 
Acompañar con una buena selección de verdes y tomates cherry.

martes, 8 de enero de 2013

La Pasiva

Cruza la orilla, la tan famosa chivitería uruguaya para instalarse en le corazón de la porteñidad, la avenida Corrientes. Originalmente un local de venta de panchos, su logo durante años ,tenía un niño rubicundo sentado en un barril, comiendo de estos. 
En un local super amplio, donde funcionaba una disquería hace años, pusieron su primer local con la estética y el menú característico. Mesas de fórmica, sillas de madera clara, televisores por doquier, servilletas de papel y cubiertos que llegan a la mesa envueltos en las mismas. 

El servicio es rapidísimo, atento, expectante y práctico, se adelanta a las necesidades para no perder ritmo, pues siempre la cola invade la vereda, aunque el salón es gigante. Vestidos de un modo que no se ve hace años por estas orillas, se mueven como un ballet.

El menú tiene todos los clásicos que nos recuerdan a Di Pappo: obvio y ante todo: panchos! también pizza cuadrada, frituras, cervezas tiradas, grandes postres, ensaladas sencillas y sandwichs desmesurados, siendo estos últimos de pechuga de pollo o de lomito (cuadril quizás?) acompañados con simple lechuga y tomate o propuestas q se van complicando con huevos, panceta y una larga lista de etceteras, acompañados con papas fritas congeladas, puede elegirse comer al pan o al plato, de todos modos, necesitará cubiertos! feo café... mejor tomarlo en un sitio más acogedor!
Promedio por persona $70

Mi puntaje : 6,5

Corrientes 1743 

lunes, 7 de enero de 2013

Mi cocina irreverente

Francis Mallmann es... un Maestro, una inspiración, un caballero, un BonVivant, un pionero, un formador de camadas y camadas de cocineros fantásticos. Pero por sobre todas las cosas, Francis es un imán, una fuerza poderosa que nos atrae, nos hipnotiza, nos subyuga, desde sus programas de televisión (a quién le importa que y donde cocina? lo que nos importa es verlo, escucharlo, dejarnos llevar adonde nos quiera llevar de la mano...) desde hace un tiempo, también nos emboba desde sus libros.
Ya lo hizo hace un par de años, con "Tierra de fuegos" y llega ahora, de la misma colección "Mi cocina irreverente. 
Es, ante todo, un  objeto para codiciar y atesorar. Un regalo exquisito para todo tipo de público, una colección de imágenes y anécdotas maravillosas y es... Francis. Su vuelta de tuerca, su cocina a la chapa, su sencillez, su sofisticación, su experiencia de vida... su esencia. 
El libro vuelca la experiencia de haber filmado un ciclo de cocina para televisión, pero junto con las recetas fáciles de reproducir, hay también un croquis para hacer una parrilla ambulante como la que él usó en los programas que se hicieron en París. 
Sencillamente genial, sencillamente Mallmann.

Precio en librerías: $240 en tapa blanda y $290 en tapa dura.