lunes, 25 de marzo de 2013

Lezama

Había tenido un sábado dificil y estaba con ganas de entregarme a lo conocido, a esos entrañables platos de bodegón, que te retrotraen a tiempos felices y domingos al sol.
Pusimos proa al Parque Lezama, y en una de sus vereditas, a media cuadra del histórico "Bar Británico" entramos en este restaurant típicamente porteño.

El salón es mediano, con fotos y afiches en las paredes, con Ricky Martin sonriendo desde varias. Mucha madera cubre las paredes, jamones cuelgan del techo y las heladeras conservan manjares a la vista. Con grandes ventanales que dejan entrar el Parque y el verde practicamente dentro del mismo.

El servicio merece un comentario aparte. Pues tiene mozos de oficio, solidísimos. Suelen ser un placer porque recuerdan la comanda, recomiendan y guían en todo lo necesario. Aunque el carácter que tienen y el registro de humor a veces meten miedo... Pues en este caso, muy por el contrario, tienen un trato super cordial, sonríen y son amables y le hacen guiños permanentes a los niños. Se agradece. Para un salón de unos 70 cubiertos, hay 5 mozos, una maravilla que garantiza la atención de todos y cada uno en tiempo y en forma.

Con el cubierto, hay un paté casero y una panera con blancos y negros, pero de los ricos. Pedimos unas rabas ($55) Deliciosas, tiernas y sabrosas en una fritura perfecta. Tambien unas cintas caseras salteadas con tomate, berenjenas y cebollas,  que venían en un plato DESCOMUNAL, a la temperatura justa y hechas como si una tía se escondiera en la cocina ($55 un plato interminable) Para entregarnos a un clásico de todos los tiempos recurrimos a las mollejas al verdeo con papas españolas; si bien la base de la salsa era una espesa sin la suavidad de la crema, estaba super sabrosa. Las mollejas eran fileteadas, lo cual nos habla de su calidad y las papas eran crocantes y secas, maravillosas, la porción se puede compartir si se pide antes una entrada ($73). A LOS POSTRES NO LLEGAMOS, pero son los clásicos y pintan bien, con un precio que ronda los $25.

Volveremos por el conejo, el bife Lezama y el pollo al gusto, con seguridad no defrauda.
Realmente recomendable. Después una siesta al sol y felíz domingo para todos!

Mi puntaje: 8

Brasil 359, mediodía y noche

martes, 12 de marzo de 2013

Gery Capúa Dulzores

La pastelería y los amantes de las cosas dulces, están de festejo desde el lanzamiento de este sitio web, dirigido por la pastelera Geraldine Capúa, de dilatada experiencia junto a grandes maestros como Beatriz Chomnalez, Narda Lepes, Fernando Trocca y otros.  

Son especialistas en mesas dulces, y pack y servicios desarrollados para reemplazar y solucionar el postre, cuando se juntan varios amigos y terminan pidiendo helado.

Entre sus secciones, hay una muy divertida e interactiva, que se llama "armá tu torta" permite elegir bases, rellenos, coberturas y obtener el precio de la creación, hacer el pedido en línea y a su vez, conectarlo con Facebook.

La encuentran en www.gerycapuadulzores.com.ar Pasen y vean, seguro que se van a tentar!

Máximo placer en la cocina

El primer libro de este magnífico cocinero, vio la luz a fines del año pasado. Conductor de varios ciclos de cocina por Gourmet, entre los cuales podemos nombrar "En busca del Máximo dragón" en el cual recorre China y el genial "Máximo en New York" que fue filmado durante la estadía de López May en la Gran Manzana como chef ejecutivo de un gran hotel. Justamente durante esa etapa de su vida, es que se gestó este libro, lo cual es evidente en el formato, la fotografía y el estilo.
Es un libro para adoradores de Máximo? Sí!
Es un libro para dejar en la mesita ratona? Sí!
Es un libro para aficionados a la cocina? Sí.... y no. Pues es un libro que requiere cierto conocimiento de las materias primas y de las técnicas para manipular ingredientes. Así y todo, vale la pena aventurarse dentro de esta colección de recetas, con unas fotos increíbles y unos conceptos bien interesantes.

Precio en librerías: $249      

El mirasol del puerto

Sucursal de una parrilla más que clásica del barrio de Boedo, es junto con su hermana de la Recova, las niñas bien de la familia El Mirasol.
En una situación privilegiada y en un local enorme, se encuentra esta parrilla clásica de espaldas al río. La decoración es clásica por demás, y está pensada, en gran parte, para turistas.
Habíamos reservado una mesa para 3, en enero un día de semana, para llevar a una persona que venía de otro país. Por lo tanto, y dada la escasez de reserva y la hora, no me pareció de extrema necesidad precisar que quería una mesa afuera y sobre el agua, pues dí pro sentado que para un martes a las 20,30 hs. sería lo más lógico. Pues no, me reservaron adentro, en un salón vacío y frío... Luego de pedir que me cambiaran afuera, me ubicaron sobre la pared, y no sobre el agua, teniendo que pedir lo OBVIO, en una tercera instancia. Las mesas están puestas de un modo sencillo con individuales de simil cuero. La panera no fue gran cosa aunque cobran $16 el cubierto.
El servicio... a pesar de la abundancia de mozos, nadie nos atendió realmente bien, o se olvidaban partes del pedido, o el aceite para la ensalada, o el edulcorante para el café... poco organizados, además parecían poco entrenados.
Pedimos un chorizo ($45) normal, una empanada ($16!!!!!) y una provoleta ($58) más que mediocre y no totalmente derretida de entrada. Un bife de 900 grs. (alrededor de $200) una porción de mollejas ($86) muy tiernas y a punto, y una entraña ($89) unas papas fritas... congeladas!! ($45) y lo mejor de la noche, una ensalada de hojas baby maravillosa ($53) con 2 aguas y un vino de gama media gastamos la exorbitante cantidad de $865, sin postre y sin pena y sin gloria y sin servicio y sin y sin y sin.,...
Un tema para comentar: el baño es muy moderno y bien equipado y está realmente limpio, pues tienen una persona a cargo del mismo. Pero increíblemente tratándose de un lugar con los precios arriba descriptos, la misma tiene el famoso "platito" para que le dejen propina, me pareció vergonzoso, aunque desubicado.

Mi puntaje: 6

Alicia Moreau de Justo 202

Ricotta horneada

Para 6

1 kg. de ricotta
0.5 kg. de cebollas
sal y pimienta a gusto
3 huevos
2 cucharadas de crema
tomillo fresco

En una sartén con apenas aceite y bien caliente, rehogar la cebolla picada fina hasta que esté bien dorada. Luego, mezclarla en un bol con el resto de los ingredientes, llevar a una Pyrex con spray vegetal y hornear en horno fuerte hasta que se dore por encima. 
Acompañar con una buena selección de verdes y tomates cherry.