lunes, 23 de enero de 2012

Dale perejil al toro

Una parrilla DISTINTA. Como todos los restós del grupo (De olivas i lustres, Enfundá la mandolina) de Sebastián Tarica, tienen una impronta divertida, una decoración ecléctica y colores shockeantes en las paredes. Son de esos lugares que parecen cantinas modernas y donde te sentís muy cómodo. Villa Crespo tiene en 2 cuadritas varias propuestas y eso lo hace competitivo.


El servicio impecable, con la calidez justa, atentos, espabilados y movedizos, tienen una simpatía que no es chocante y una eficiencia que es muy valorable. Reciben con unas pastitas siempre originales, y un traguito hecho a base de caña Legui.  Otro punto a favor del lugar es ueq la comida sale en tiempos más que razonables!


Íbamos a pedir entrada pero amablemente nos trajeron una nueva panera y nos recomendaron pasar directo a la parrillada que es muy completa y sale con guarnición de papas fritas, o batatas o mandioca o ensalada ($171 para 2, transcribo lo que trae    asado, vacío, pechito de cerdo, yacaré, matrimonio, chinchu, corazón, riñoncitos, choto, mollejas, pollo, plomo y vegetales asados )  
Todo lo que probamos estaba rico! el yacaré es raro al paladar y las salsitas que traen estaban muy bien. Al postre no llegamos porque era realmente abundante.


Mi puntaje: 7


Abre solo por la noche y las reservas son recomendables! 4861-2052

Pozo Santo

El lugar es bellísimo! remite a un convento, con techos altísimos, decoración  medieval y un patio delicioso, con una pequeña fuente y plantas que hace las delicias de quienes visiten el lugar, tiene tan solo 5 mesas, de las más codiciadas y bonitas. (Sin complejos pedir "Off" si reservan mesa en ese sitio, pues lo traen rapidamente) 

El servicio, es meloso, pegajoso, melifluo, arrastrado y fastidiante. Cuantas veces se puede decir " a la orden" e interrumpir una charla íntima entre 2 personas? Basta por favorrrrrrrrrr.... 

Los problemitas reales, empezaron al llegar la carta... El pan, no es rico, la salsita que acompaña, sí. 
Pedimos para compartir un tiradito con salsa de maracuyá, era super ácido y eso tapaba la delicadeza que trae un lenguado por naturaleza (alrededor de $80). Luego pedimos unos cayos de vieyra a la parmesana, que si bien estaban rico, tenían tanto parmesano que no se sentía (otra vez) la delicadeza de la carne que acompañaba (alrededor de $70) 
Y... hay pescado a lo macho? "no señor... no lo tenemos disponible" ok.
Canelón Alfredo? "no señor... no lo tenemos disponible" ok.
Finca La Linda extra brut? "no señor... no lo tenemos disponible" ok.
GRRRRRRRR
Pedimos una jalea mixta que estaba rica y con una fritura correcta (alrededor de $120) que traía 3 salsitas... Pedimos refill de la más suave y.. adivinen!! "NO SEÑOR! NO LA TENEMOS DISPONIBLE" Lo pueden creer? 
Resignados pasamos a los postres, pedimos un simple helado de americana y frutos rojos... OBVIO, NO estaba disponible!


Saquen sus propias conclusiones y hagan juego señores... por que no cierran la puerta directamente todo enero?


Mi puntaje: 4 (si quieren pasar hambre o comer lo que diga el dueño, ahí lo tienen)