Una esquina de Palermo, bonita, bien ambientada, con un patio precioso. Recupera elementos originales del solar, como la chimenea... hasta acá, todo bien.
El servicio es... como decirlo? errático, temperamental... y lo peor de todo, juega de ajeno al lugar. Ante una crítica hacia la comida, la camarera se puso a despotricar sobre la falta de inversión de los dueños... También se explayó sobre que el postre más caro de la carta (cremê brulée) era demasiado parecido al postre Royal, que ella nunca lo recomendaba y etc. Claro! todo esto una vez que ya lo habíamos pedido.
La panera tardó eternos 20 minutos. los principales, 40... creen que esto es lo peor? pues no! Los postres (que eran simples tartas emplatadas y frías) tuvieron una demora de 30 minutos!
El cubierto es de $5,5 pero la panera es paupérrima y el pasado de moda quesito blanco con ciboullette totalmente anodino e insuficiente.
Las porciones son correctas, pero la comida carece en ocasiones totalmente de gusto, como en el caso del lomo. Las guarniciones son pequeñas y poco originales.
Ricas las mollejas al verdeo, pero escasas.
El cordero sale bien saignan, pero no lo avisan, cosa que puede ser totalmente desagradable para la mitad de los comensales, como poco.
El promedio de precios de las entradas es de $35, los principales $50, los postres $18... No los valen.
Si no quiere hacerse mala sangre, evítelo... Si aun así quiere probar, con AMEX 2 x 1 de lunes a jueves, y 4 x 3 de viernes a domingos.
Mi puntaje 5.
jueves, 18 de octubre de 2007
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Excelente crítica, habiendo tantos lugares buenos para ir a comer nos ahorramos de caer en un lugar así. Además el resto del blog está hermoso, mucha suerte!!!
ResponderBorrarGracias nadia preciosa por tu comentario!!!!
ResponderBorrarRealmente con lo competitivo q es el barrio de Palermo, no sé como no desapareció tidavia este restó.
besotes