lunes, 22 de octubre de 2007

La maratón

Es entrar y ver más y más comida, como en una puesta en escena para filmar alguna película sobre los excesos romanos... cataratas de quesos, uvas por aquí y por allá... un sin fin de ensaladas... mariscos, fiambres y todo lo que uno pueda llevarse a la boca.
Hay que elaborar una estrategia, como si se tratara de la guerra fría entre la U.R.S.S. y Estados Unidos... todo fracasará si no lo planeamos al detalle.... Por ejemplo, vamos a hincharnos de comida fría? o ser moderados y matarnos con lo caliente? También hay q reservar un lugarcito para esos panqueques q flotan en el aire y esas tortas que parecen ricas (en general, solo lo parecen :S) Antes se descartaban las ensaladas, pero ahora, con el precio de los vegetales, hay que incluirlas en el plan, cierran los números!
La parrilla rebosa de tripas suculentas, cortes de carne y animalitos exóticos, las pastas tienen pinta de caseras... la estación de los pescados, guarda tesoros que no comemos todos los días...
Como al fin y al cabo el precio es fijo, la ecuación debe ser perfecta, cuanto más podamos probar y más caro sea el precio de venta en las góndolas de esos elementos, más será nuestra satisfacción de mariscales de campo.
Es una carrera de obstáculos, elegir bien, comer poco pan... no llenarse con gaseosa, aguantar las largas colas frente a los puestos de rabas, o de sushi... hacernos finalmente con una porción de conejo es una epopeya en hora pico...
De las mesas de los alrededores suelen venir risotadas, cánticos y alegría, irremediablemente estos lugares son elegidos para despedidas, cumpleaños, divorcios y otro tipo de agasajos... uno, en mesa de 2 o de 4, se siente perdedor ante la bullanga generalizada...
De hablar... ni hablar! Dificilísimo coordinar la entrega de tus raviolones a los 4 quesos con el cordero patagónico de tu acompañante... otro dilema, comer para que no se enfríe y que el otro se enoje, o esperar quién sabe cuanto para intercambiar 4 palabras seguidas? miramos para todos lados y vamos "pellizcando" el plato, para que parezca entero cuando nuestro acompañante toque la meta de llegar a la mesa.
La panera suele ser super tentadora... ellos apuestan a llenarnos con harina, nosotros a "fundirlos" pero esos panes dorados, salidos del horno de barro... ayyyy! q tentación! del mismo adminiculo empieza el desfile de empandas y pizzas crujientes... habrá alguien que se deje tentar por estas cosas? parece que sí! alguna probadita todos dan...
La ansiedad de probar todo, nunca puede ser satisfecha, porque no entra ese universo en le cuerpo de nadie y nos deja con la rara sensación de haber sido vencidos... nos vamos arrastrando la panza y el ánimo, lamentándonos por esos calamarettis que no probamos... y prometiéndonos que la próxima vez seremos mas inteligentes, y no comeremos por más días!
Las largas colas en la puerta, hasta mas o menos las 2 de la mañana, dan fe de que son muchos los que sucumben a los embrujos de los tenedores libres... los Disney del exceso... al otro día la acidez pasa la cuenta.

4 comentarios:

  1. Muy buena descripción...me dió hambre.

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  2. jajajajaj clemente!!!! gracias por tu comentario!

    besos

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  3. Hola. Me encanto el post. Me veo muy representado. Sobre todo esa racionalizacion previa de orden y control y luego el desbarajuste imposible del querer abarcar todo. Y la sensacion de que puede ser la ultima vez o tal vez el mundo desaparezca o quizas dejen de existir las aceitunas o el pollo, o ...
    Ahora neceistaríamos otra cronica con consejos de dietistas. Jajaja.
    A ver Clemente si le pedís a Caloi que te tire mas letra!!

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  4. Es mas estratégico q el TEG ir a un restó libre! jajaja

    Clemente es fiel seguidor, se le disculpa q escriba poquito! ;)

    Besos

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