jueves, 29 de mayo de 2008

Sopa de calabaza y hongos


(para 4)

1 kilo de calabaza en cubos
1 caldito de verduras
100 cc de crema doble
2 cebollitas de verdeo
1 cucharada de manteca
6 u 8 champignones fileteados

Poner a hervir la calabaza con el caldito, hasta que el agua casi se evapore. En una sartén poner la manteca y dorar la cebolla de verdeo y los hongos. Procesar con el liquido restante y la crema el puré de calabazas. Rectificar la sazón, con sal y nuez moscada. Servir y poner un montoncito de la mezcla de cebolla y hongos por sobre la sopa y unas escamas de parmesano.

viernes, 23 de mayo de 2008

Library (Hotel Faena)



El hotel está en Puerto Madero Este y forma parte del Faena Universe, un concepto totalmente innovador, en cuanto a hotelería se refiere. Dirigido a "TODOS AQUELLOS QUE QUIERAN PASARLA BIEN" es diferente ( y se jacta de serlo) desde el mismo momento en que se traspone la entrada. Un largo pasillo llamado la catedral y nada de front desk, a lo sumo unos personajes que se materializan desde detrás de cortinados y amablemente atienden a la gente. Los baños son increíbles, mármol blanco, canillas de cuello de cisne... en otro lado serían kirtch en el Faena Universe, son super top.
El Library, es el bar del hotel (que posee 3 sitios gastronómicos más) que en verano funciona en concordancia con el Pool bar, extrañamente se puede fumar! y la idea es de varios livings íntimos en un lugar muy grande, con algunas mesas con sillones, todos diferentes, todos muy originales, cabezas de ciervos en las paredes, pero con collares de perlas.
El servicio, informal, no conoce del todo lo que ofrece (aunque la carta sea muy pero muy básica, sandwichs ($45 un club sandwich), tapas, ensaladas, bebidas y miércoles y jueves, sushi. Las servilletas son de papel (aunque usted no lo crea, siendo que el precio de un agua es $20). Eso si el suministro de almendras saladas y tostadas, se mantuvo durante toda la noche.
Pedimos sushi, de muy buena calidad, pero nada para morirse (aunque tenían piezas originales, como unas con relish de langostinos por arriba y otros con toping de palta y lima) $45 las 9 piezas o $120 el combinado de 36 piezas. La vajilla era simplona y redonda y los palitos, descartables. La salsa de soja viene en unos potecitos ínfimos y el refill se hacía esperar. Los tragos, no llegaron a temperatura de servicio y dado que salen alrededor de $60, es imperdonable. Rico es Very Red, con absolut citron y jarabe de arándanos, normal el Casino Royal...
Seguramente, la experiencia acá, pasa por otro lado, por visitar un mundo de fantasías donde Ceratti cuando se aburre en su casa, se deja caer y toca para los que están, donde Anita Alvarez de Toledo canta para el mismo público que en las fiestas de Punta del Este y donde empresarios gorditos y entrados en años, van con señoritas a las que les compran sombreros en la boutique, a $850.

Mi puntaje : 7,5

Martha Salotti 445. 4010-9000 Reservas IMPRESCINDIBLES.

lunes, 19 de mayo de 2008

Atención al mercado

Atención al mercado
Atención al mercado,
que es mi vida!
Cuidado con herir
A los pescados!
Ya a plena luz, entre las traiciones
de la red invisible del anzuelo
por mano de pescante pescador
fallecieron, creían
en la inmortalidad
y aquí los tienes
con escamas y vísceras, la plata con la sangre
en la balanza.

Cuidado con el queso!
No vino aquí sólo para venderse:
Vino a mostrar el don de su materia,
su inocencia compacta,
el espesor materno
de su geología.

Pero ríe el tomate a todo labio.
Se abunda, se desmaya la delicia
de su carne gozoza
y la luz vertical entra a puñales
en la desnuda prole tomatera,
mientras la palidez de las manzanas
compite con el río de la aurora
de donde sale el día a su galope,
a su guerra, a su amor, a sus cucharas.

Vino una vieja, un hombre pequeñito
una muchacha loca con un perro,
un mecánico de la refinería,
la textil Micaela, Juan Ramírez,
y con innumerables Rafaeles,
con Matías y Pedros y Matildes,
con Franciscos, Armandos y Rosarios,
Ramones, Belarminos,
con los brazos del mar y con las olas,
con la crepitación, con el estímulo
y con el hambre de Valparaíso
no quedaron repollos ni merluzas:
todo se fue, se lo llevó el gentío,
todo fue a boca descendido
como si un gran tonel se derramara
y cayó la garganta de la vida
a convertirse en sueño y movimiento.

Termino aquí, Mercado. Hasta mañana.
Me llevo esta lechuga.

Pablo Neruda.

domingo, 11 de mayo de 2008

Primavera Trujillana


Con estilo colonial, uno podría pasar por la puerta mil veces, antes de descubrirlo. Pequeño, simpático, soleado, un rinconcito de Perú a pasitos del barrio chino. Atendido por su dueña, cada detalle es cálido. Es en realidad, la cochera y el living de una casa, unidos y convertidos de comedor en pequeño y simpático restó. Muy pulcro, transmite tranquilidad, sabiendo que muchos platos de la carta se sirven crudos.
El servicio es amabílisimo, siempre la sonrisa, siempre la anticipación, sea para ofrecer picante, para reponer un cubierto, para alcanzar algo que se pidió, nunca llegamos a buscarlo con la mirada, porque se materializaba de la nada, al lado nuestro.
La carta es un paseo por la gastronomía típica peruana, con entradas, calientes, pescados, guisos, sopas y demases. Los fines de semana platos especiales y chicha morada... por favor! en la semana tambien!!! Pedimos, tequeños ($10 pequeños arrolladitos fritos rellenos con queso de cabra, acompañados con palta, de masa parecida a los wam-tam, sabrosos y crocantes) tiradito con crema de rocoto ($20, lenguado cortado como para sashimi, marinado con las especies típicas, cebolla y rocoto, y una crema de rocot por encima... increible! miramos para todos lados, y aprovechamos a mojar el pancito, irressitible y fresquisimo) . Como principales, fuimos por la Jalea mixta ($22, una fuente impecable de pescados fritos, rabas, langostinos turgentes y mejillones con gusto a agua cristalina, todo frito, con un grado de perfección, que se podría haber apoyado en un pañuelo banco, sin que se produjera la más mínima mancha. Acompañado de papas, tomates y limón) También un chupe de langostinos de un tamaño muy importante y con un sabor delicioso, en un cazuela muy generosa, con arroz ($25). El picante, a no perderselo, tiene semillitas de maracuyá, y un dejo fresco en boca que es un placer absoluto. La carta de postres, es la típica, con suspiro limeño, 3 leches y demases.
A la cuenta, la dueña se acerca a ver que tan buena fue la experiencia, le comentamos que buenisima, y se puso orgullosa, como buena cocinera de ley.

Mi puntaje: 8

Roosevelt y Montañeses. 4706-1218

sábado, 10 de mayo de 2008

Locro


(para 8)

1 kilo de maíz blanco
1,5 kilo de zapallo plomo
3 batatas
1 kilo de bondiola de cerdo
1 kilo de paleta de ternera
2 chorizos colorados
800 grs. de salchicha parrillera
400 grs. de panceta ahumada
2 calditos de verduras

1/2 kilo de cebolla de verdeo
1/2 litro de aceite neutro
3 cucharadas de pimentón
1 taza de caldo de cocción

Hervir la salchicha parrillera, escurrir, reservar. Poner la noche anterior, el maiz a remojar, a la mañana siguiente, descartar el agua y colocar en una cacerola grande de doble fondo, el maíz, 3 veces su peso en agua y el zapallo cortado en daditos, hervir durante 1 hora. Agregar las carnes cortadas en tiritas. Hervir otra hora. (siempre a fuego bajo) Agregar los chorizos colorados en fetas y la salchicha parrillera, cortada del mismo modo, junto con la panceta en tiritas. Hervir otra hora, o hasta que espese. Dejar reposar. Si se va a consumir en el momento, volver a hacer hervir, si no, distribuir en recipientes planos y anchos y enfriar, así se evita la fermentación del guiso.
Para la salsa, poner el aceite, en una ollita, cuando esté caliente agregar las partes blancas del verdeo, 3 minutos después, los verdes y el caldo, fuera del fuego, sal y el pimentón.

jueves, 8 de mayo de 2008

Terrazas del Virrey


En el hotel Intercontinental, hay un espacio descubierto, muy grande, lindero con los terrenos de la parroquia que si mal no recuerdo, se llama San Juan Bautista, estaba destruido, hasta que el hotel se puso en marcha y se convirtió en paseo público, muchos oficinistas, aprovechan este pulmoncito a pleno sol, a la hora del almuerzo. Emplazado en este solar, está el restaurant, que es como un gran jardín de invierno, precioso, vidriado, y lleno de plantas, con muebles simil jardín de hierro y almohadones naranjas.
El lugar es precioso, cómodo, cálido, con vistas al espacio abierto, tienen música ambiente, y los domingos en el brunch una cantante y un organista en vivo, que acarician los oidos con su arte, un placer extra, que ha desaparecido de muchos brunchs. Las mesas son cómodas y tienen unos pimenteros individuales, que funcionan con el mecanismo de las paliceras, que son geniales, por supuesto, naranjas. Lo malo fue, que a pesar de estar vació (solo 5 mesas) nos hicieron sentar en una mesa de 2, y hacer malabares con la hielera, la tablita de los panes, las copas, etc.etc.etc.
El servicio es correcto, diligente, amable, las copas nunca se vacían y no hay quec hacer señales de humo para que cualquier camarero acuda solícito a la mesa. Bien lookeados, bien entrenados, con sonrisa permanente, tienen muy claro, lo que es ir más allá en satisfacción al cliente.
La comida está dispuesta por estaciones, una más interesante que la otra... hay comida de medio oriental, hummus, kebabs calentitos, tabuleh... Hay una estación de ensaladas, con micromix, palmitos ,almendras, ensaladas ya hechas, y todo tipo de aderezos y toppings, todo tan fresco, que parece recién cosechado, al lado, fiambres, quesos, vitel thoné... delicias caseras por doquier. Una estación de comida oriental, con muy buen sushi, wamtams y empanaditas crujientes y recién hechas, más un cocinero dispuesto a realizar el salteado que se le pida, en el momento y con destreza. Hay una estación mariscos y pescados y delicioso salmón en todas sus formas. Otro de parrila, con vegetales grillados, y acompañamientos varios (unas mollejas al verdeo que sabían a gloria, reposaban en esta estación) cabe destacar, que los cortes de parrilla, se solicitan al camarero, quien los trae exactamente como uno los pidió; para elegir: ojo de bife, bife de chorizo, cordero, cochinillo, lomo. Estación de pastas? como no! también somos italianos! todo tipo de pastas rellenas, y miles de ingredientes para indicarle al cocinero, como las queremos. Por ultimo, postres, muchos, en porciones individuales, delicadamente presentados, junto con la estación de crepes, hechos en el momento.
De lo que probé : deliciosas ensaladas, brotes de cilantro, una ensalada de mariscos genial, muy buen sushi, cochinillo a punto, presentado en tablita de hierro y con unos cuchillos hechos a mano en tandil, que eran para quedar con la boca abierta. Salmón, salmón y salmón (ahumado en crudo, en caliente y gravlax) las mollejas que sabían a gloria, muy buena crême bruleé , rico café... Vinos los Alamos canilla libre, aunque otra vez, preferí acompañar las entradas con espumante. $140 por persona, que valen la pena.

Mi puntaje : 9,5

Moreno 809 4340-7200

El freezer sirve para...

Estaba en profundas reflexiones... porque hace mucho que no reflexionamos... Y bueno, se me ocurrió pensar, que pasaba cuando era chica, mamá hacía mucha más comida de la que debía, las montañas eran inconmensurables y... nos daba de comer TODOS los días lo mismo, TODO el tiempo, hasta que las sobras se acababan o con papá optábamos por tirar partes de noche, en excursiones en la oscuridad a la heladera.
Por que no retransformaba, ponía algo de cariño en la tarea, en lugar de limitarse a poner frascos (de vidrio, que recuerdo) de mayonesa, ketchup y mostaza sobre la mesa?
El manjar más exquisito, se convertía en algo parecido a comida de hospicio... y claro, nada de ziploc, ni de film, con suerte alguna vez tupper... si no, a ponerse tieso con el frío de la heladera, pollito lindo de granja traído por el tio del campo!!!
Yo ahora, tengo otra estrategia... todo cambia, todo se transforma canta Drexler... y que mejor que guardar ese locro en junio y sacarlo en agosto, renovado y con nuevos bríos? Ese ojo de bife de la parrilla, pasa a ser parte de un goulash de película, esa pechuga desabrida, relleno de empanada gallega, y así un largo etc. tener a mano comida cocida para empezar a cocinar, es bárbaro, nos ahorra tiempo y partimos de una base desde donde crear.
El freezer, también sirve para no volvernos locos cuando tenemos una reunión... q ue mejor que ir freezando lo ya hecho, cuando tenemos ganas e inspiración y no a las corridas, con ojeras descomunales y pareciendo fieras enjauladas? Así no se disfruta una reunión! Es mejor pensar el menú y planificar las compras con tiempo, e ir haciendo cositas, empanaditas y pizzetas, por ejemplo, deben ser balqueadas antes de freezarse. Quedan corcantes y se terminan de cocinar muy rápido y muy bien.
También es útil el freezer, para aprovechar las ofertas... o el stock, dados los tiempos de desabastecimiento que corren... los quesos duros, por ejemplo, aguantan muy bien el paso por Siberia.
Y que mejor que perder un día a principio de mes haciendo un par de kilos de milanesas, hamburguesas caseras, y demases, y freezandolas con separadores de freezer? ok! un día, vas a putear, pero el resto del mes, seguro serás feliz teniendo comida a mano, casera y sana y no teniendo que llamar al delivery! Estas cosas, van directo al horno, sin descongelarse, por lo que nos salvan de apuros...
Panes de todo tipo, budines, bizcochuelos, quedan espectaculares, como recién hechos, cuando salen del frío (mejor freezearlos tibios, para que conserven la humedad) y hasta el merengue italiano se conserva perfecto!! Así que no ha excusa, para hacer tortas caseras eh!
Todo lo engorroso es mejor hacerlo en cantidad, para no privarnos del placer de comer cosas ricas hechas en casa, aun cuando no tengamos ni tiempo ni ganas de cocinar.

martes, 6 de mayo de 2008

CheeseCake


A pedido de Lilith, he aquí la receta!!!

Para 8- 10 porciones.

Galletitas lincoln, 180 grs.
harina 20 grs.
manteca 60 grs.

Philadelphia cheese 900 grs.
azúcar 330 grs.
huevos, 4
crema, 250 cc.
jugo de 1 limón
vainilla, c/n.

Precalentar el horno a 160º . Procesar la manteca, la harina y las galletitas, tapizar la base de un molde de 26 cm. de diámetro, dar un golpe de horno.
Batir el queso crema con el azúcar, hasta disolver esta última. Incorporar los huevos de a uno, añadir la crema, el jugo de limón y la vainilla. Verter sobre las galletitas, hornear durante 2 horas, retirar, dejar enfriar y desmoldar.
Se recomienda cubrir con compota de frutos rojos, o gellé de frambuesa, o mermelada desleida en agua. Acompañar con frutas.