domingo, 30 de junio de 2013

Sopa de lentejas turcas e hinojo

(para 6 amigos con frío)

1 bulbo grueso y turgente de hinojo
1 cebolla grande
300 grs. de lentejas coral
2 zanahorias o un trozo de zapallo 
1 cucharada de curry en pasta
1 cucharadita de barahat
1 cucharadita de caldo en polvo



Saltear la cebolla y el hinojo cortados bien finitos. Agregar la zanahoria o el zapallo del mismo modo, revolviendo ocasionalmente (no importa si se pega). Agregar agua hasta cubrir, e incorporar el baharat, el caldo y el curry y salpimentar, bajar el fuego hasta reducir y que se cuezan los vegetales. Luego, agregar las lentejas, cubrir con el agua necesaria y cocinar 15 minutos. Rectificar la sazón, y procesar o no, de acuerdo a cuan rústica queramos la sopa. 

martes, 25 de junio de 2013

Café 2. MoMA (New York)

Hace unos años, visitando París, quedé gratamente sorprendida por la calidad de la comida del bar del Louvre, en un día de un frío intenso, y haciendo un alto en el recorrido por un Museo increíble pero agotador... una reparadora comida te llena el alma y te da fuerzas para seguir adelante sin parar. 
En esta oportunidad en el MoMA me pasó lo mismo! era un día de frío medio lluvioso en NY, con ráfagas de viento, con esa sensación de desprotección que te genera la isla con los rascacielos inmensos y el gris por todos lados. 
El Café 2, está en el tercer piso, y es uno de los 3 sitios que hay para comer. En concordancia con el edificio del museo, que es como cajas de vidrio blancas apiladas, también es una caja blanca, con grandes ventanales al fondo que dan a un jardín. Una puesta despojada y sencilla marca la sofisticación de esta propuesta.

El servicio, HIPER eficiente, sonriente y en español, fue muy placentero. Cabe destacar, un fenómeno que vi mucho allá y que seguramente nosotros vamos a tardar mucho en incorporar: el fenómeno de las mesas comunales en sitios con un promedio de alrededor de u$s 30. El cual es alto, si lo comparamos con el precio de un menú de comidas rápidas que ronda los u$s 6. Los sitios están casi pegados, en mesas bien largas (de 30 personas aprox.) y se dividen con unas banderitas. Como los sitios no son lo ruidosos que acá, el tema se tolera aunque asombra e intimida. Vestidos de negro riguroso, se ganan la propina, que por buen gusto, allá siempre ronda el 20%.

Pedimos un salmón grillado con vegetales que estaba muy bien, y un paninni de quesos varios que venía acompañado de unas olivas maravillosas. Las sopas, ensaladas y pastas que llegaban a las mesas, se veían deliciosas, aunque las porciones son un poco pequeñas. Una curiosidad: el pan, nos lo cobraron parte, y muy caro: 1,5 el equivalente a un mignon!
En el estado de New York no está permitido servir alcohol antes de las 12 del mediodía, así que eso acabó con nuestro antojo de una picada con quesos y jamones italianos, que rondaba los  u$s 30 también. Un café y a seguir recorriendo este curioso museo.

lunes, 24 de junio de 2013

Barbieri (Río de Janeiro)

Río tiene playas (muchas) tiene el Cristo, tiene el Pan de azúcar, tiene unos atardeceres que cortan el aliento, tiene magia... sonidos, colores y un ritmo que le son propios. Mundialmente famosa, nos regala siempre lindas postales. Se está vistiendo de fiesta por la cercanía del mundial y las olimpíadas.
Aunque claro, la mejor parte de conocer una ciudad es transitar los sitios que transitan los locales. Ir a su  ritmo, comer sus comidas divertirse en sus bares, ver de que viene la mano de verdad. En el Barrio de Lapa, está la movida más grande para locales: muchos pubs, mucha movida, gente por todos lados, diversión, baldes llenos de hielo y cerveza, música en vivo, carritos de Caipis. Un cierto aire bohemio que se mezcla con los edificios históricos y con los Arcos iluminados de noche. Un sitio lleno de atractivo, al que vale la pena ir una nochecita aunque está lejos de las playas típicas que transitan turistas que se ponen negros de día al sol y caen derretidos en las camas a la noche.


Hacia allá nos dirigimos a comer en un restaurant super conocido, que en otra época era peluquería y barbería para hombres. Abierto hacia la vereda, está siempre lleno y decorado con el estilo típico de esos negocios, con algunas sillas antiguas de barbería, con buena música, con cuadros de famosos con bigote. 

Pedimos cerveza(s) y el plato de picanha que sale acompañado de farofa, arroz (se puede elegir entre varias maneras de prepararlo, nosotros elegimos el de brócoli y estaba muy bueno) papas fritas. Nos llamó la atención que nada de todo eso era verde, así que pedimos aparte una ensalada de lechuga y tomate que nos salió más cara en proporción que toda la comida... Toda la comida rica, el plato era para 2 o 3 y gastamos alrededor de u$s 60.

Vale la pena el paseíto hasta la plaza y coronar la noche con una caipirinha recién hecha. 

viernes, 21 de junio de 2013

Rice to Rich (New York)

Antes de mi viaje, había estado buscando información por varias vías, entre ellas... cocineros famosos. Vi todos los capítulos de "Máximo en New York" y así descubrí este rincón que queda en el triángulo entre el Soho, Little Italy y Chinatown. El lugar es chiquito, pero tiene toda toda toda la onda. Decoración futurista, granos de arroz que parecen volar hacia nosotros y algunas "bromas" empezando por el nombre. Fuimos un día de semana a la noche, casi cuando cerraban y estaba lleno, con gente que llegaba en taxi especialmente hasta el local.


La propuesta es muy interesante, se trata de un mono producto (el arroz) cocinado como pudding... esto es: cremoso, casi a punto de deshacerse, con diferentes cremas y saborizantes. Simple. Concreto y genial. Y no se imaginen que se parece para nada al arroz con leche que conocemos... no no! es casi como como... como una pasta o algo así, cremoso y delicioso, hasta para los que no nos gusta!


En el local venden de todo, cucharitas, remeras, bolsos térmicos, envases, tuppers... con diseño canchero, el merchandising abunda... pero es que se puede hacer tanto con tan poco? pues parece que sí! Se parece a una heladería, con los sabores refrigerados y diferentes envases para llevarlo, desde el individual, hasta el de kilo (lo llevarán a las casas como nosotros el kilo de Persicco?) pasando por el de 3 gustos... hay toppings para ponerle y 3 mesitas cancheras para comerlo ahí mismo, no es barato (el más chiquitito $4,75) pero vale la pena probarlo!

miércoles, 19 de junio de 2013

Carrotcake


-100 gr. nueces  
-200 grs. de pasas de uva sin semilla
-340 gr. zanahorias sin piel
-260 gr. harina
-1 cta. bicarbonato
-2 ctas. levadura tipo royal
1/2 cta. sal
-2 ctas. canela
 
-1 cucharadita de jengibre  
-1 cucharadita de cardamomo
-4 huevos grandes
-250 gr. azúcar
-240 gr. aceite girasol
-1 cta. vainilla
-pizca de nuez moscada, (opcional)

 
Rallar las zanahorias lo mas finas posible. Tamizar ingredientes secos. En otro bol batir los huevos con el azúcar, agregar el aceite y los secos con movimientos envolventes. Luego incorporar la zanahoria, las nueces picadas  y las pasas. 

Hornear a 180° hasta que hundiendo un pincho en el centro salga limpio. 

Una vez fría, decorar por fuera con una crema formada por 300 grs de queso Finlandia + 50 grs. de manteca pomada + 5 gotas de jugo de limón + el azúcar impalpable que tome.

Nota: también puede usarse esta mezcla para preparar cupcakes!


lunes, 17 de junio de 2013

Bagel´s

Agua c/n
Harina 1 k
Huevos 2
Azúcar 4 cucharadas

Aceite neutro 120 cc
Sal 1 cucharadita
Levadura líquida 1 sobre
Leche 500 cc
semillas  sésamo y amapola 100 g

(receta para 2o medianos o 30 pequeños)

 

- Poner a hervir agua en una cacerola grande. Reservar
- Encender el horno hasta que alcance una temperatura de 180°C.
- Aceitar una placa para horno. Tener preparado una espumadera y un papel absorbente o un lienzo perfectamente limpio.
- En un bol colocar la harina, 1 huevo, el azúcar, el aceite de girasol y la sal.
- Mezclar. Agregar la levadura líquida. Integrar.
- Entibiar la leche e incorporar, de a poco.
 - Amasar durante 15 minutos.
- Dejar levar y cortar bollitos del tamaño de la mano.
- Hacer rollos, como para ñoquis de 2.5 cm de diámetro y 20 cm de largo.
- Unir por los extremos, formando una corona.
- Dejar reposar de 15 a 30 minutos, con un lienzo por encima.
- Colocar en la cacerola con el agua hirviendo.
- Cuando suban a la superficie, retirar y apoyar sobre el lienzo o el papel absorbente.
- Acomodar en la placa aceitada, pintar con un huevo batido, espolvorear con semillas de sésamo, lino y amapola.
- Hornear a 180ºC hasta que estén dorados.

domingo, 16 de junio de 2013

Guarda la Vieja

Si hay algo realmente malo con el hecho de ir al cine al Abasto es su patio de comidas, feo, lleno de gente, con las mesas sucias y gente cada vez más maleducada... El jueves fui con Diego a ver "Nada es lo que parece" y evidentemente él, ya había solucionado el problema, y me llevó a este lugar a escasas 3 cuadras del caos. Es una linda y amplia esquina, con ventanas antiguas, ladrillos a la vista de los antiguos en serio y techo en forma de bobedilla, decorando las paredes hay unas pinturas super interesantes. Buena música, mucha gente, ambiente relajado, el tema prometía...

El servicio, a cargo de chicas con un aspecto super hippie (pelos locos, narices de payaso y pantalones babucha) es buenísimo! son amables, eficientes, todo llega rápido y atienden a los pedidos de hielo, más pan, sal o lo que sea. Muy grato a decir verdad, hoy en día, en que la mayoría de los camareros te ignoran olímpicamente  Acá todo sale acompañado de sonrisas.

Pedimos un vacío al horno con ensalada ($53) 4 trozos grandes, tiernísimos, cocidos en vino tinto, con una mixta bien fresca. Tambien unos panzottis con salsa rosa ($48) excelentes, caserísimos, con un relleno de espinaca que se veía al corte, la salsa podría ser mejor, pero no era grave. Como me gustó tanto, volví anoche después de otro cine y pedimos una picada especial ($90 para 2) un poco despareja pero abundante; trae jamón , queso, aceitunas, berenjenas, papas fritas, algunas rabas, batatas fritas, boconccinos, tomates secos, bastoncitos de muzzarella y (acá el detalle que marca la diferencia) espuma de alioli, untuosa y rica. 

No cobran cubierto, el pan casero está genial, la pastita para untar está buena, los baños limpisimos y bien provistos de todo lo necesario, el maní de la cerveza está buenisimo... y te dan chupetines con la cuenta. querés algo más?

Mi puntaje: 8

Guardia Vieja y Billinghurst

viernes, 14 de junio de 2013

Kat´z (New York)

Un feriado a la mañana, con el sol al fin el alto, partimos para el Lower East Side en subte. Recorrimos un poco el barrio fascinandonos entre los locales antiguos que venden corsets como hace 100 años, los bolichitos nuevos con aspecto de viejos, el ritmo del barrio y de los vecinos que hacen cola sin problema fuera de una panadería diminuta para comprar sus bagels y tener un desayuno tardío.
Es de las partes más antiguas de la ciudad, donde se establecieron las primeras capas de inmigrantes centroeuropeos, judíos e irlandeses y donde hoy se ubican los portorriqueños que han logrado dar a conocer el barrio como "lowesaida". No es un dato que se me pase de largo que las sillas y mesas públicas que en centro son livianas y fáciles de transportar, aquí están abulonadas al piso.

El local funciona desde finales del 1800! y es una esquina muy grande, con 2 salones caóticos y un tanto desprolijos. Y es el único local que conocí en New York que solo recibe efectivo. Pasar la puerta, es entrar en otra dimensión. Tomás tu bandeja, y te plantas delante del primer despachante que te mire y le pedís lo que querés, te anota en el ticket el precio, lo mismo con las bebidas o cualquier otra cosa que desearas. También está la opción de ser atendidos por un camarero, pero para eso hay que conseguirse una mesa contra la pared. 
Acá la gente entra, come y sale, casi como si la puerta de entrada fuera giratoria. El salón tiene apenas 2 curiosidades que encantan: el cartel de la mesa donde se filmó la famosa escena de "Cuando Harry conoció a Sally" y un mural con la leyendo "Send a salami to your boy" que se corresponde con una costumbre del negocio: enviar sus salames a los soldados americanos a cualquier punto del globo donde se encuentren. 

Pedimos el sandwich de pastrami, con mostaza antigua y pepinitos de guarnición (alrededor de u$s 12) una maravilla altísima, tibia, tierna, deliciosa... La carne cocida a baja temperatura da lo mejor de sí, y uno siente que valió la pena venirse hasta acá. Los pepinos los sirven en 2 versiones: apenas curados y muy vinagrosos. La idea es ir mordiendolos cada tanto para limpiar el paladar. Es para 2, tener en cuenta a la hora de pedir. Nos tomamos una Canada Dry y salimos con el lama llena de felicidad a otro local a media cuadrita: Russ e hijas... pero esa es otra historia!

martes, 11 de junio de 2013

Pastrami

1 kilo de tapa de asado
1 cabeza de ajo
6 hojas de laurel
1/2 taza de sal gruesa o parrillera
1 taza de vino tinto
2 tazas de agua
mostaza en polvo
ají molido
pimentón dulce
2 cucharadas de azucar negra

Limpiar de grasa la pieza, dejándole la suficiente como para que derrita en cocción. En una fuente de vidrio que le quede ajustada. Picar el ajo colocar por debajo y por encima de la carne. acomodar todo lo demás por encima, agregar los líquidos, tapar con film y tenerlo así durante 8 días, girando la carne cada 2 en el sitio más frío de la heladera.
El octavo día, descartar el liquido e ir a cocción horno 180° durante 2 horas, rebañando permanentemente la carne con su jugo de cocción, compuesto por 2 tazas de agua y una de vino. Demorará alrededor de 2 horas en lograr su capa característica y una carne q se deshila sola. 
Dejar enfriar, cortar bien finita y servir con mostaza a la antigua en pan de centeno o pretzalej.
Acompañar con pepinos pickle.



sábado, 8 de junio de 2013

Pinuccio e figli

En la esquina de Chile y Pasco, hace añares, funciona esta cantina italiana con sucursal en Palermo. Típica, mantelitos a cuadros, un poco de descuido en las paredes, clientela asidua (se nota, porque saludan a todos con besos ) y bastante grande, es de una familia con una dilatada historia dentro de la gastronomía. Pinuccio tuvo durante años su negocio en Chile y Tacuarí, con una modalidad muy parecida, y ahora los hijos lo homenajean con fotos en blanco y negro en el menú y las mismas buenas materias primas.

El servicio no es profesional, pero es esforzado, atento, sonriente, y te ganan con las buenas maneras y las explicaciones llanas. Realmente se esfuerzan en lograr el objetivo. Vestidos de negro con el logo de la empresa bordado, van y vienen de forma despareja, pero poniendo todo de sí, no se puede pedir mucho más. Aunque la cuenta tarde más de lo debido, aunque los platos lleguen a destiempo "porque le pusieron mal la salsa, vio?" están disculpados. De hecho, son ellos mismos los que le recuerdan al cliente q si tienen Club La Nación o 365 el descuento es del 20%

La comida se inicia inevitablemente con la mesa de entradas ($210 el kilo, cada plato pesa alrededor de 300 grs.) y si se adivina el peso en la balanza... el plato es sin cargo! (vieja tradición de Pinuccio) hay de todo: pulpo, fiambres, quesos, mariscos varios, preparaciones, buñuelitos, mini muffins de brocolli, vitel toné en fin! un antipasto donde faltan ni los morrones ni el carpaccio y pasa por los huevitos rellenos y la mejor capresse... tentaciones por doquier! La panera no es variada pero las rosquedas amasadas con aceite que llegan calentitas a la mesa valen la pena. Pedimos también cintas papardelles con bolognesa ($65) muy abundantes ricos y con una salsa suave y un pollo provenzal apenas correcto, sin una gota de salsa y en el límite de la cocción donde ya no es peligroso para la salud pero cuesta cortarlo ($60).

La cuenta viene con Limoncello casero (con pulpa) y redondea unos $100 por persona con un vino discreto.

Mi puntaje: 7

Chile y Pasco, conviene reservar, su público fiel lo visita con frecuencia.

Las Cholas

Una fórmula que funciona se repite hasta el infinito, se masifica, se cosifica y el resultado... es un combo difícil de tolerar para el cliente que sabe mínimamente comer. Parece que poner de moda un sitio y llenarlo les alcanza a muchos empresarios para quedarse tranquilos, llenar sus arcas de dinero y tirarse a descansar sin que nada les pese en la conciencia.

El lugar es agradable, un tanto excesivo (en la terraza el piso es de piedritas que rompen el cuero de los zapatos o lastiman los pies, dependiendo del calzado con el que se haya ido) y consta de salón + vereda + terraza con un alto nivel de sonido y un bajo nivel de iluminación, sillas de paja destartaladas + manteles de papel + camareras desganadas + colores atrevidos + decoración ecléctica. El baño es minúsculo incómodo y bastante falto de limpieza y mantenimiento general y hay uno solo...

El servicio, como ya dijimos desganado, es indolente. Y les pareció dentro de lo común que esperara una mísera empanada de carne por más de 45 minutos. Son muchos, pero charlan entre sí y se hacen ruidosas bromas mientras la gente espera y se fastidian si se insiste en llamarlos. Rehenes de una noche de pesadilla, los clientes toleran y toleran en nombre de unos supuestos precios bajos. Por que digo supuestos? porque el promedio por persona, ascendió a 120 sin vino y sin postre... y la oferta? Ojo con los costos ocultos de estos lugares...!

Pedí una empanada ($8) con la cebolla en su interior CRUDA .! osea CRUDAAAAAAAAA no hay explicación ni consuelo ni justificación posible para un relleno mal cocido, con lo peligroso que se vuelve suponer que la carne picada estaba igual. Luego un matambre de cerdo a la parrilla ($65 aprox.) que no era tal, sino el clásico corte del cuello del chancho con el que suelen reemplazarlo en los lugares engañosos. Venía con papas fritas con mucho gusto a aceite rancio y todo servido en las típicas tablitas sospechosamente mal lavadas.

El sitio estaba lleno, repito. El público consumidor de moda en Las Cañitas, no sabe elegir.

Mi puntaje: 3

Arce 306

viernes, 7 de junio de 2013

Estoy de vuelta!

Mis queridos seguidores, fieles lectores hace 6 años... estoy en deuda con ustedes! Hace varios MESES que no actualizó y la culpa me persigue... lo juro! 
Prometo ponerme al día para q sigamos intercambiando y leyéndonos en este espacio.

Les mando un beso gigante y los dejo una foto de mi último viaje (del cual voy a escribir una serie de notas para compartir)