La modalidad de ir complicando todo, a medida que pasan los años, en gastronomía, es más que notable.
Cartas con términos que solo entiende una pequeña minoría (chifonadde, tronÇon, salsa mornay). No es lo mismo, poner "hojas de albahaca trozadas", "macizo trozo de pescado, cercano a la cola" y "salsa blanca con yemas y queso"? NO, no es lo mismo, no suena ni la mitad de engatuzador. La idea es sorprender, sorprender y sorprender y si en el medio, el comensal se marea, y pide lo que le resulta más familiar, el lugar de lo que realmente tendría ganas de comer, mala suerte! Que se estudie el Larousse Gastronomique y en lo posible, que no moleste. Están ocupadísimos formando en versos dodecafónicos, la reseña de la próxima obra.
Es totalmente snob y comprensible hasta cierto punto, cuando de unos años para acá, todos los que conocemos están suscriptos a revistas del sector y devoran los programas de cable uno tras otro.
La honestidad, creo yo, está puesta en utilizar materiales nombres y volcar esa información de manera clara y sencilla al comensal, que si bien no tiene la obligación de conocer nuestra jerga, si se merece el más absoluto de nuestros respetos.
Las descripciones kilométricas de lo que tiene un plato, con adjetivos como "delicioso", " sutil", "jugoso"... son doblemente erradas, por un lado, esos 2 y en los peores casos 3 renglones de abundantes detalles sobre como se cocieron durante 6 horas los rabos de toro metidos en una bolsa vació o como se marinó durante 3 lunas la codorniz, envuelta en lonjas de panceta de cerda de no más de 2 años... son totalmente superfluos, si el cliente quiere detalles, sin dudas se los pedirá al camarero o incluso al chef. Y la adjetivación profuza, también es molesta ,dejemos que cada uno decida si le pareció "suculento" "refrescante" o lo que sea.
Parte de esta fiebre, es la de incluir en la carta, como una cucarda para cada plato "brotes de cebolla de verdeo" o "brotes de ñandubaysay" los brotes están de moda, y esos exiguos 5 o 6 pastitos arriba de un lomo, no merecen tener uno de los 3 renglones descriptivos. "tiernos brotes de arvejas, cosechados al atardecer, donde el punto de falta de agua, los hace dar lo mejor de si... bla bla bla" Son apenas unas briznas verdes que ayudan a la presentación. Si el chef decide que es buenísimo invertir toneladas de pesos en las coquetas bolsas con atmósfera controlada en la que llegan al restaurant, allá él, pero que no pretenda cobrárselo a los habitués del local, por favor!
domingo, 6 de enero de 2008
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Interesante tema.Soy de la epoca en que lo mas complicado era un Lomo a la Stroganoff y la salsa mas dificil era la Bechamel (vulgo blanca); mas adelante me fui aggornando pero no pasé del chop suei y del sushi (sushi a secas, ahora tengo que preguntar que carajo quiere decir cada plato ponja y que trae).
ResponderBorrarOtro tema es el de los Restaurantes o Bistrós "importantes" en dobde la carta viene traducida al ingles y aleman jajaja, es increible los versos que ponen.
Nada que ver ,pero como no hay un lugar para consultas te la hago aqui: Tenes idea de como hacer para que el pescado de rio (Patí, surubí,etc) pierda ese gusto a barro? en una epoca escuche que haciendo algo con bicarbonato pero no me acuerdo bien.
ResponderBorrarBeso
Coincido con q las cosas se pusieron mucho mas dificiles con el paso del tiempo, como si llenar con palabras compensara la exiguedad de las porciones...
ResponderBorrarCon respecto al pescado, no tengo idea :( perosupongo q el limón debe hacer de las suyas... aunqe el pacú por ejemplo, es delicioso tal y como sale del agua!!! ;)
Besotes
Detesto cuanod los restaurants se ponen snobs y hacen lo que describis en la nota. Si voyu a comer algo, prefiero los datos frios y concisos, no nombres franceses o descripciones subjetivas.
ResponderBorrarLa extrema adjetivacion hace que el Consumidor no solo no piense sino que quede condicionado a encontrar eso en el plato. Eso ocurre muchisimo tambien en el mundo del vino. Es un tema muy amplio y esta muy bueno que lo hayas puesto en el blog. Lo importante es cargar a la gente con informacion inutil pero que no piensen. Es el mismo juego que suele hacer el periodismo...
ResponderBorrarMuy linda nota, bss
Gracias Meko y FEFI por los comentarios, yo creo q debemos aprender a distinguir la paja del trigo. Aunq no es un tema menosr el q cita fefi, cuando te cuentan todo, esperás todo, y si no hay suaves brotes de acedera, te desilusiona el plato... dejne algo sorpresa or favor!!
ResponderBorrarbesos
Si, la verdad que todo ese palabrerio inutil molesta. Y desilusiona también porque cuando las milanesitas de muzarella vienen en coulis de tomate, y descubrís que no es otra cosa que el fileto, (bah ojala fuera fileto), la lata de tomates más barata y más ácida del mercado solamente licuadas, decis que me espera con el principal. o cuando ponen chutney de manzana y te dan uan manzana partida al medio cocinada en vino y asi mil cosas más. Pero lo peor de todo, no es el palabrerío inutil, sino que el mozo no esté calificado cuando le hacés una pregunta sobre el plato. No es leal vender gato por liebre, o pretender que pidamos algo sin saber siquiera a lo que nos estmos exponiendo.
ResponderBorrarEn fin buen tema.
Ursula, gracias por le comentario, indudablemente, tu crítica es totalmente autorizada, y me entendés... estás de la vereda correcta!! Solemos ser fatales coom comensales... Pobres de ellos cuando vayamos a comer juntas! ;) jajajaj
ResponderBorrarbesotes