Encantador, desde que se traspone el portón sobre Jorge Luis Borges. Lleno de detalles que lo hacen un lugar sumamente cálido: la recepción es increíble, con mucho humor y buena predisposición, las mesitas bajas, los silloncitos vestidos, velitas, media luz, música polaca, un lugar parecido a la casa de Hansel y Gretel.
La panera no es especial, pero si lo es el exquisito pan negro con semillas, denso, con olor a tostados, húmedo, compacto. Una delicia! Lo sirven con unas berenjenitas, normales.
La carta tiene platos típicos típicos, pero el camarero, siempre está dispuesto a explicar cada detalle, con su buen humor a flor de piel. Una carta larga, que se divide por tipos de carne. Es tentadora de punta a punta, sobre todo, si hace algo de frío. Pedimos el salmón apanado y frito, con un punto preciso en su cocción interna, que sale con una ensalada fría de repollo y una salsa de rábano picante, dentro de las opciones hiper calóricas, algo sabroso y liviano. El escalope de cerdo con salsa de vino y puré, estaba delicioso! El puré tenia cebollita frita y pequeños tropezones de panceta, un manjar!
La carta de postres tiene, de los típicos y de los clásicos.
Mi puntaje: 8
Jorge Luis Borges 2076 4899-0514
domingo, 27 de enero de 2008
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