skip to main |
skip to sidebar
En pleno barrio chino, sobre la calle Arribeños, está este local, que no se distingue de la marea de locales por nada en especial, solo que tiene cierta fama de comida sabrosa y atención rápida. Toda una experiencia, dejarse llevar, ir en grupo, pedir varios platos y probarlos todos. Es una experiencia divertida y la comida china no defrauda, pues los sabores no son tan diferentes a lo que estamos acostumbrados. Los precios suelen ser accesibles en todos los sitios.
La decoración es nula, con algunos detalles típicos, como casi todas las cantinitas de esta zona.El servicio fue amable, sin grandes estridencias. Detalle: los palitos hay que pedirlos, solo hay tenedores en las mesas. Tener en cuenta que las porciones ,son muy abundantes.
El té de zapallo, dulzón y con retrogusto a las semillas tostadas, es muy recomendable, con hielo ($4) Combina perfecto con el pickle de zanahoria y repollo que traen antes de la comida.
Pedimos las empanaditas chinas (fritura grasosa) $4 la porción de 4. Chao fan mixto, rico, con los granos de arroz bien separados, llegó un tanto tibio. Chao Mien mixto, muy sabroso, con gusto ahumado, fideos del tipo spaghuetti $13. Lo mejor de lo que probamos: el pollo agridulce, en su punto justo, con trocitos de ananá y un claro gusto a mermelada de damasco, brillante, crocante y a la vez tierno, muy bueno.
Mi puntaje: 6,5.
Arribeños y Mendoza.
Gente, tengo el agrado de anunciarles que recién (Domingo 27 de enero 2:47 a.m.) he tenido el visitante número mil! Me dejó sin aliento, ver para atrás y ver como se desarrolló y creció este blog, con el apoyo de todos ustedes! Desde septiembre hasta acá, cada día, poniendo un granito de arena y haciendo que esto crezca.
Gracias a los que me siguen, a los que comentan, a los que leen en silencio, a los que lo recomiendan, a todos, a cada uno, gracias!
Besos
TRIX
1 berenjena, grande, pareja
aceite de oliva
1 morrón
200 grs. de muzzarela en una pieza
sal
pimienta
Quemar en la hornalla o en el horno el morrón, envolver en papel y colocar en una bolsa, dejarlo y enfriar y pelar. Reservar. Cortar con mandolina o cuchillo muy filosos laminitas lo mas finas posible de berenjena. pincelar con aceite de oliva y grillar en la plancha. debe quedar marcada. Cortar la muzzarela en bastones y el morrón en tiras. Envolver un bastón, una tira de morrón salpimentado y rociado con oliva, en cada lámina de berenjena. Puede servirse con una salsa tibia de tomates.
Estos bocaditos, van muy bien antes de un asado, para acompañar un trago dulzón.
Encantador, desde que se traspone el portón sobre Jorge Luis Borges. Lleno de detalles que lo hacen un lugar sumamente cálido: la recepción es increíble, con mucho humor y buena predisposición, las mesitas bajas, los silloncitos vestidos, velitas, media luz, música polaca, un lugar parecido a la casa de Hansel y Gretel.
La panera no es especial, pero si lo es el exquisito pan negro con semillas, denso, con olor a tostados, húmedo, compacto. Una delicia! Lo sirven con unas berenjenitas, normales.
La carta tiene platos típicos típicos, pero el camarero, siempre está dispuesto a explicar cada detalle, con su buen humor a flor de piel. Una carta larga, que se divide por tipos de carne. Es tentadora de punta a punta, sobre todo, si hace algo de frío. Pedimos el salmón apanado y frito, con un punto preciso en su cocción interna, que sale con una ensalada fría de repollo y una salsa de rábano picante, dentro de las opciones hiper calóricas, algo sabroso y liviano. El escalope de cerdo con salsa de vino y puré, estaba delicioso! El puré tenia cebollita frita y pequeños tropezones de panceta, un manjar!
La carta de postres tiene, de los típicos y de los clásicos.
Mi puntaje: 8
Jorge Luis Borges 2076 4899-0514
Muchas son las comidas, que toman su nombre, del recipiente en en cual son preparadas. Confundiendo a veces al degustador, porque las versiones populares de dichos alimentos, son lo que tomamos como la verdad absoluta, y surgen las diferencias!
Tenemos el caso de la paella, en realidad, la gran sartén con 2 asas, que conocemos como paellera, no es tal cosa, sino una paella, lisa y llanamente. En nuestras tierras se ha difundido mucho, la realizada con mariscos y pollo, tomándose como la "auténtica" paella, siendo esto, un error garrafal. La paella, es en tierra española, una comida campesina, mayormente hecho por los hombres, domingos al mediodía, como nuestro argentínisimo asado, ritual alrededor del cual se junta la familia. De más está decir, que en las localidades costeras, la paella tendrá mariscos, y en el campo, tendrá conejo, gallina o cerdo. Es un plato sencillo, donde el único lujo real, es el azafrán, indispensable en su preparación. Si se hace con el fuego de la leña, tanto mejor, se formara esa deliciosa costra, llamada socarrado.
En la cocina francesa, abundan las terrinas, y todas son deliciosas! Conocemos popularmente las untables y las cocidas, tipo flan. Pero una terrina, puede estar compuesta por multitud de elementos, forrada o no en masa, con costra o no de azúcar. Pues, otra vez,terrina, solo es el molde, con forma de budinera, por estas pampas, donde se prepara, y del cual copia la forma. Normalmente tienen gelatina si son el frío o huevos y crema si son en caliente, como elementos ligantes.
Podemos citar también, el caso de la tagine, que se compone de un plato de barro cocido, con bordes altos y una tapa cónica, del mismo material, donde se cocinan desde verduras hasta carne de cordero, cous cous o pollos e infinidad de variantes más. La caprichosa forma de la tapa, tiene como objetivo, que el vapor que sueltan las preparaciones, resbale nuevamente hacia la comida, cocinandose, de este modo, en su propio jugo. Muy difundida en el mundo islámico, es un método de cocción tradicional.
Por último, un ejemplo vernáculo, el wok. De un tiempo a esta parte, hemos empezado a llamar a los salteados que se realizan en esta sartén cóncava y gigante simplemente por el nombre del recipiente, costumbre que no está difundida en otras partes del mundo. Tiene como característica, que el aceite se deposita en el fondo, y adquiere gran temperatura, por lo tanto, las cocciones son cortas y sanas, pues los elementos entran y salen constantemente de este baño de fritura, sencilla y deliciosa.
Comamos pues y llamemos a las cosas por su nombre!
Original propuesta de comida andina, con raices peruanas y vuelos propios. El local es un gran cubo de vidrio y cemento alisado, con mesas y sillas en blanco, muy moderno, con pizarras en las paredes, donde leer el menú. Es pequeño pero acogedor. Las mesas tienen una distancia prudencial. Posee baño para discapacitados, además de otros 2 baños, bien equipados.
El servicio no es simpático, aunque hace las cosas bien, pero no me acostumbro a que las camareras usen havaianas y ropa como para irse a dormir.
La panera tiene panes caseros, que llegan calentitos, y son muy ricos, vienen acompañados de uns salsita con mostaza, muy sabrosa.
Al mediodía, una entrada, un principal y un agua, $20 por todo concepto, muy pero muy buena relación precio calidad... si recordamos que un menú de fast food sale $17. El que probamos constaba de un salpicón de atún, verdes, rabanitos, cuadritos de queso feta, bastoncitos de zanahoria, muy rico. El principal eran unas milanesitas de zuchinni y berenjena con ensalada de quinoa, acedera, tomate,cuadritos de queso feta y otras cosas ricas. Muy bueno y muy suculento. También pedimos el plato combinado de gravlax y 2 guarniciones, que fueron, quinoa con queso fundido y cream cheese y ensalada de tomate, aceitunas, queso feta, habitas. Contundente! ($27,50) De postre probamos el chesse cake de maracuyá, que estaba cortado, recocido y sin gusto a la famosa fruta.
Mi puntaje: 8
Uriarte al 1423
1 kilo de harina 000
1 cubito de levadura
300 cc. de aceite de oliva
agua tibia
sal gruesa
sal fina
1 cucharadita de azúcar
romero, c/n.
Hacer una esponja con la levadura, agua tibia, y el azúcar. Dejar espumar. Poner en un bol lo suficientemente grande, el kilo de harina y unos 10 grs. de sal fina, mezclar bien. Agregar la esponja de levadura, el aceite de oliva y la cantidad necesaria de agua tibia, como para q se forme una masa floja pero q no se pegue a la mesada. Agregar un puñado generoso de romero, si es fresco, picarlo bien.Trabajar hasta formar un bollo. Pintar con aceite de oliva, tapar con un plástico flojo y dejar levar hasta duplicar el volúmen. Colocar en una asadera aceitada con oliva, y estirar, marcando huecos con los dedos. Dejar levar nuevamente. Marcar uevamente los huecos con los nenos y espolvorear con las romero, sal gruesa y aceite de oliva. Llevar a horno moderado hasta q se dore.
Se puede guardar en freezer.
Se pueden cortar fetas bien finitas y tostar, y usar de base para un canapé mediterráneo.
Pequeñísimo restó de 35 cubiertos, en una esquinita tradicional de Palermo, despliega una creativa y clásica carta de comida 100% mediterránea. El hecho de que sea pequeño, pone el acento en la calidad de los platos que salen la cocina, todos cuidados, nada salido como de fábrica, con detalles que se agradecen. La carta tiene simpáticos nombres para los platos, como del Mar Tirreno, Alejandro Magno y otros conquistadores de la zona.
Chef al mando Mariano Morales Carrión. Quién ideó un menú donde se lucen los pescados, en diferentes presentaciones, desde los guisados hasta la muy interesante parrillada surtida (para 2). La degustación de entradas, incluye también varios pequeños platos, donde están presentes los frutos del mar. Hay rollitos de berenjena y pan de puerros y queso azul, con verdes. Hay rabas, y como plato del día, pejerreyes.
La decoración es despojada y sencilla, con exibición de obras de arte, y un gran gran ventanal de paño fijo ubicado en la esquina, desde donde ver y ser visto. La vajilla correcta. La atención, que yo supuse terrible cuando vi la onda informal de la mesera, me sorprendió gratamente, pues estuvieron pendientes de todos los detalles. Podrían mejorar un poco lo incómodo de las sillas, agregando unos almohadoncitos.
La comida muy buena, sabrosisísima, en el punto justo siempre, las porciones son generosas, y todo es rico rico. La relación precio calidad, inmejorable, recordar que hablamos de Palermo, con todo lo que eso implica.
Pedimos, carpaccio de atún rojo, que sale acompañado de queso blanco con ciboulette, muy fresco ($8) hongos rellenos con queso y salsa de azafrán ($8). Los principales fueron cordero deshuesado y relleno con queso y compresión de papas al tomillo y queso feta, con salsa de vino ($32) y un espléndido y jugoso atún blanco a la parrilla con una salsita de anís y cardamomo exquisita y un budín tricolor tan tierno y sutil que resultaba celestial. De postre, baklavá con helado de americana, una combinación muy acertada ($11). Más 2 aguas y un Séptima rosé, $110-
Mi puntaje: 9
Emilio Ravignani 1605. (se recomienda reservar, es pequeñísimo) 4771-4664
Las hay ricas, insulsas, fashion, tradicionales, jugosas, insípidas, chiquititas, con pasas, con aceitunas, con papa, cortadas a cuchillo, de mondongo, de vaya uno a saber que... Las empanadas son prácticamente uno de los platos nacionales, por eso merecen su análisis.
Tradicionalmente concebidas para comer con la mano y aprovechar sobras, las empandas, han recorrido un largo camino, como las muchachas que fumaban Virginia Slims allá por los 60´.
Del apartheid campero, a las cadenas que sólo se dedican a su comercialización.
Ultimamente, adelgazadas hasta la exageración, sobre todo las que contienen el preciado queso. Parecen llenas, pero en cuanto las mordés, te quedás con... nada en la boca. Comprendemos que la materia prima está cara, pero por un promedio de $2, podrían ofrecernos algo mejor.
Las venden en los kioscos, mala señal. Siempre recalentadas, con un relleno grisáceo.. será mucho pedir que les agreguen pimentón? La comida gris, definitivamente no es rica ni atractiva a la vista, aunque, quién mira adentro de una empanada?
Muy buenas en la onda de avanzada, las de Romario ($2,80!!!) Cumaná, Cümen-Cümen y un par más. Sin exagerar y querer rellenarlas de cosas ininteligibles. Muy buenas las tradicionales de La Americana, La Continental y El Cuartito. (El rincón jujeño de Av. San Juan, hace unas totalmente deliciosas!!!
Las de papa, son norteñas, con pasas de uva, mendocinas, con aceitunas, la zona de san juan y la rioja. Siempre en horno de barro, como debe ser. La empanada frita es más indigesta, aunque sabrosísima.
Esperamos a Pascuas para las de vigilia, de atún, bacalao, calamares y todo lo que pueda salir del mar, impecables en su livianísima masa de hojaldre.
Cada familia tiene su experto, su maestro de la empanada, al que nunca se le abren y maravilla a los concurrentes, es mi familia, mi papá, las empanadas "de Raúl" son recordadas y codiciadas. Las de la tía Celia con masa casera, una institución tambien. Las mia, son muy buenas, para que negarlo... me estoy perfeccionando en mi propio y original estilo. Las de mi suegro, cortadas a cuchillo, bien norteñas, con poco jugo. Y así podría nombrar unas cuantas empanadas famosas más! ja!
Servicio de delivery, de amplio espectro, tiene 3 locales, que atienden Microcentro y alrededores, Barrio Norte, Belgrano y Palermo.
De precios acomodados (salteados $13, con pollo $14,5, con lomo $16, con langostinos o salmón $18) El servicio es rápido y puntual, y entregan la comida en simpáticas cajitas tipo box, al mejor estilo EE.UU. con palitos chinos y cubiertos normales, servilletas y salsitas ad hoc. Todo bien envuelto en papel de aluminio y señalizado.
Las empanaditas chinas $2, caras y malas, una fritura cartonoza. Los salteados, ricos, los vegetales apenas pasados, pero sabroso y abundante en relación al precio. También tienen bebidas y una rica mousse de maracuyá $6,5.
Para juntarse con amigos, pedir variado y dejarse llevar. también sirve para la oficina, ya que es prolijo en su presentación.
www.wokinn.com.ar
Mi puntaje :7.
La modalidad de ir complicando todo, a medida que pasan los años, en gastronomía, es más que notable.
Cartas con términos que solo entiende una pequeña minoría (chifonadde, tronÇon, salsa mornay). No es lo mismo, poner "hojas de albahaca trozadas", "macizo trozo de pescado, cercano a la cola" y "salsa blanca con yemas y queso"? NO, no es lo mismo, no suena ni la mitad de engatuzador. La idea es sorprender, sorprender y sorprender y si en el medio, el comensal se marea, y pide lo que le resulta más familiar, el lugar de lo que realmente tendría ganas de comer, mala suerte! Que se estudie el Larousse Gastronomique y en lo posible, que no moleste. Están ocupadísimos formando en versos dodecafónicos, la reseña de la próxima obra.
Es totalmente snob y comprensible hasta cierto punto, cuando de unos años para acá, todos los que conocemos están suscriptos a revistas del sector y devoran los programas de cable uno tras otro.
La honestidad, creo yo, está puesta en utilizar materiales nombres y volcar esa información de manera clara y sencilla al comensal, que si bien no tiene la obligación de conocer nuestra jerga, si se merece el más absoluto de nuestros respetos.
Las descripciones kilométricas de lo que tiene un plato, con adjetivos como "delicioso", " sutil", "jugoso"... son doblemente erradas, por un lado, esos 2 y en los peores casos 3 renglones de abundantes detalles sobre como se cocieron durante 6 horas los rabos de toro metidos en una bolsa vació o como se marinó durante 3 lunas la codorniz, envuelta en lonjas de panceta de cerda de no más de 2 años... son totalmente superfluos, si el cliente quiere detalles, sin dudas se los pedirá al camarero o incluso al chef. Y la adjetivación profuza, también es molesta ,dejemos que cada uno decida si le pareció "suculento" "refrescante" o lo que sea.
Parte de esta fiebre, es la de incluir en la carta, como una cucarda para cada plato "brotes de cebolla de verdeo" o "brotes de ñandubaysay" los brotes están de moda, y esos exiguos 5 o 6 pastitos arriba de un lomo, no merecen tener uno de los 3 renglones descriptivos. "tiernos brotes de arvejas, cosechados al atardecer, donde el punto de falta de agua, los hace dar lo mejor de si... bla bla bla" Son apenas unas briznas verdes que ayudan a la presentación. Si el chef decide que es buenísimo invertir toneladas de pesos en las coquetas bolsas con atmósfera controlada en la que llegan al restaurant, allá él, pero que no pretenda cobrárselo a los habitués del local, por favor!
(Para 6)
1 planta grande de lechuga mantecosa
2 peras maduras
200 grs. de queso azul
150 grs. de almendras o pecanas
3 cucharadas de aceto
8 cucharadas de aceite de girasol
sal
pimienta
1 cucharadita de miel.
Cortar la lechuga con las manos, filetear las peras, rociarlas con la miel y un poquito de limón. Desgranar el queso. Mezclar todos los ingredientes y en un bol aparte, batir el aceite, con el aceto, la sal y la pimienta. Volcar sobre la ensalada, decorar con las almendras. Ideal para acompñar carnes simples,como pavita y carré.
Es un primer piso, más precisamente sobre el complejo La Imprenta. Muy coqueto, muy cálido, se encuentra este restaurant de pizzas premiadas y pastas caseras. La comida es italiana, no hay dudas de eso, como los propietarios, Felice y Maxi Ambrosio.
Mesas bien separadas, cubiertos y copas de calidad, iluminación suave pero efectiva. Es un restaurant frecuentado por gente de más de 40 y por familias. Tiene una capacidad de 120 cubiertos, muy bien distribuidos entre mesas redondas y cuadradas, y un pequeño entrepiso, que recibe la luz de los enromes ventanales.
El servicio es bueno,atento, explican sólidamente los platos, la recepción es amable. La carta de vinos es suficientemente extensa, pero increíblemente, no figura ni un solo rosado. Vinos desde $24 hasta $800-
El cubierto sale $6 e incluye una porción de rúculo (especie de pan relleno con queso, jamón y muy bien codimentado) y una bruschetita de tomate y muzarella tibia, deliciosa! La panera es un punto flojísimo, tenerlo en cuenta: los panes secos, duros, simples trozos de baguette, y unos pancitos de queso, deshabridos y pasados de cocción. Muy bueno el plato de pan de pizza o de focaccia $13.
Pedimos unos penne salteados con hongos y panceta $26, unos raviolinis al pomodoro, suculentos y sabrosos con una muy buena chifonade de albahaca fresca $32 y una fritatta del marinero (para compartir) que trae calamarettis, langostinos y salmón ahumado (mejor sería si no lo frieran) con una salsa de ajo y perejil muy rica $58.
Los postres son los clásicos : tiramisú $14, flan $13 y etc. (justo abajo, está Persicco, razón por la cual, casi todas las adiciones se cierran sin llegar a los postres, que además, no ofrecen sorpresas).
También tienen pizzas, en versiones clásicas y modernas (entre $32 y $60).
Mi puntaje: 8
Migueletes 880, primer piso. 4776-2787. www.lastampa.com.ar
