En una cuadra medio perdida de Buenos Aires, y donde supo estar el restaurant Moreno, está el primer emprendimiento con nombre propio, de un sommelier consagrado en el ambiente local. La propuesta es la de una vinería con restaurant, donde también se hacen catas, cursos y actividades ligadas a bodegas. Aldo´s le debe su nombre a Aldo Graziani, primer camada de la Escuela Argentina de Sommeliers y actual vicepresidente de la Institución, tuvo su paso por Gran Bar Danzón, Faena Hotel y otros. Jurado en concursos, armó un espacio bien personal. El concepto es el de una vinería (los precios de la carta son más que amables en cuanto a las bebidas) donde se puedan disfrutar los productos que además, están a la venta.
El lugar es divino! luminoso de día, con amplias vidrieras que dan sobre la calle Moreno, próximo al Museo Etnográfico, de noche, mediante unos cortinados de terciopelo e iluminación puntual y cálida, se transforma en un sitio bien ambientado, canchero y cómodo, con buena música.
El servicio es un tanto insistente, dado que fuimos un martes a la noche y había un cuarto del salón ocupado, deberían leer mejor las señales físicas de los clientes y no invadir. La carta de vinos te la entregan en un IPAD, el resto, impresas (letra demasiado chica, para ser leída de noche y con poca luz). Bien lookeados, por supuesto, están sólidamente formados y se nota.
Pedimos un brie tibio con quinotos en almíbar, deliciosa combinación (aprox. $52) un capaccio de lomo (aprox. $54) de una carne dulce, apenas veteada, húmeda, transparente... increíble!! y un soufflé de quesos ($50 aprox.) que podría haber salido del horno 2 minutos antes para hacerme mucho pero mucho más feliz... estaba demasiado dorado y seco en boca. También una cremme bruleé fue de la partida absolutamente sedosa y fresca. Buen café.
El servicio de mesa, un dip de remolacha con 2 panes que conocieron tiempos mejores y 4 tostaditas de focaccia, sale $15 x pax.
Mi puntaje: 8,5