miércoles, 13 de enero de 2010

Marcelo


Marcelo un día se cansó, dejó su nave insignia Piegari y se puso un lugar homenaje a si mismo. En Puerto Madero los restaurants van y vienen... este es de los más clásicos aunque no está hace tanto tiempo. La puesta es casi gris... como el hombrecito de la canción... Mozos clásicos, paredes beige, mesas de las que vimos mil veces, copas servilletas blancas... bla. Aburre y todo... demasiado cerca de La Parolaccia, en ambientación pierde por goleada con esta última. Un tanto ruidoso el ambiente y con un gran salón fumador, no sorprende demasiado por nada.
El servicio es de mozos de antes... deberíamos empezar a derribar el mito de que atienden mejor... son invasivos, recomendadores compulsivos, y en general no te dejan ni leer el menú, que los tenés encima otra vez.

Pedimos pan de pizza ($25) que como verán se cobra aparte, cuando en la mayoría de los lugares, viene incluido en el cubierto, que en este caso es de $10 y no incluye NADA. Luego unos raviolis de verdura con albondiguitas, salsa de tomate y albahaca, ricos ($75) y unos canelonnis de espinaca con crema y zuchinni, demasiada crema... litros de crema ($82) Los platos se anuncian para compartir para justificar los elevadísimos precios pero... realmente no son platos para 2. Un par de aguas, 2 cafés... $260... caro, no?

Mi puntaje: 6,5

Alicia Moreau de Justo 1140

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