miércoles, 14 de enero de 2009
Rioja
Modernísimo, doble altura, un sector de banqueta corrida contra la pared. Frente vidriado, fotos artísticas. Nada pero nada que ver, con los otros centros de comunidades españolas en Argentina... Hasta que abrís la puerta y el inconfundible olorcito a ajo, te aleja cualquier duda que pudieras albergar.
En la mesa del mediodía, todo está pensado para no perder tiempo: pan y manteca: PRESENTES! Carta: PRESENTE! Azúcar y edulcorante: PRESENTES! las mesitas aun así, son muy cómodas. Lleno, llenísimo, 97% hombres, siguiendo la regla que asevera que donde las comidas son condimentadas, no hay cupo femenino.
El servicio es porteño tradicional, con mozos de mediana edad, hábiles y ceñidos a su papel, el uniforme de chaleco negro y moñito ayuda a compenetrarse. La vajilla es buena, pero las copas podrían brillar un poco más.
Pedimos comida, no menú del día y eso nos sumió en una espera de aproximadamente 1/2 hora, 2 paneras y una buena dosis de fastidio.
Al llegar el chuletón de ternera con arvejas, morrones y papas españolas ($27) en su punto justo, se nos alegró el alma. También pedimos chuletillas de cordero a la Riojana ($25) salen con arvejas, morrón, papas españolas y una salsa demiglás con vino, que es muy sabrosa. Los platos son abundantes, me atrevería a decir que hasta para compartir. Pasaban cerca nuestro bandejas de fritura mixta ($35) con rabas, abadejo, chipirones, merluza y aritos de cebolla que daban ganas de mudarse de mesa.
Belgrano 958
Mi puntaje : 7
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Este bueno si querés te acompaño y nos pedimos frituras.
ResponderBorrarYo no le temo a la comida condimentada!!!
Muackates!!!