domingo, 25 de septiembre de 2011

Salgado Alimentos

A otro que hacía mucho tiempo le tenía ganas. En una esquina de Villa Crespo, donde por años funcionó una fábrica de pastas, está este pequeño y simpático restaurant donde sirven justamente.... pastas! Mucha gente ocupando las mesas de la vereda, que son las más simpáticas y mucha gente esperando mesa, aún al mediodía, motivos sobran, hay que admitirlo!Las mesas están apretaditas, pero nadie se queja. 
 La vista se distrae en la decoración caótica y en todos los guiños que nos recuerdan el expendio que tenía lugar ahí. (aun se pueden pedir las pastas frescas para llevar,encargándolas con anticipación)

El servicio es eficiente, rápido y capaz. Más que suficiente para entrar y salir corriendo con la panza llena. El acierto es la vestimenta : remeras con el logo del lugar, jeans y delantal de cintura, lo suficiente. Ponen sobre las mesas de cerámica, unos mantelitos muy originales, hechos con el material de las bolsas de feria.

Con las cartas traen unos panes comunes pero absolutamente deliciosos, en versión blanca y negra y una pasta de zapallo con semillitas, muy original y sabrosa. 
Pedimos unos ravioles clásicos de espinaca, con tuco de salchicha parrillera, muy contundente y convenientemente acompañados con l queso rallado que generosamente ponen en la mesa, de arranque ($27) también unos sorrentinos verdes con queso rellenos de tomates secos, espinaca y queso de cabra con una sal crema de rúculas impecable ($35). Platos que llenan el alma. Las bebidas salen $9 en botellitas individuales y los postres clásicos van entre los $16 y los $20. Rico café.


Mi puntaje: 7


Díaz de Velazco 401 (y Agüero)
     

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