domingo, 15 de mayo de 2011

El Baztán, bar de quesos


Una vez más, somos testigos del nacimiento y supongo que  pronta muerte, de uno de esos locales que están basados en la fórmula de "San Telmo" (léase Palermo, Cañitas o cualquier nuevo polo surgido o por surgir) + desorden simpático (leáse platos de diferentes juegos, desprolijidad en la pintura, servicio descuidado brindado por algún bobo) + 3 pavadas en la carta + vidriera amorosa" deslumbrará a los turistas incautos, que se enamorarán por una noche y nunca volverán para esparcir los comentarios sobre lo caótico o abusivo.  

El lugar encanta, con sus pajaritos pintados en las paredes, sus mesitas en la vereda y sus detalles como los lindos individuales de papel impresos en blanco y negro y uno entra. Peeero... ya desde adentro y sentado a alguna de las 4 mesas hasta ese instante VACÍAS (recordar dato para lectura más adelante en mi relato) se ven corlocks despegados, tapizados sucios, y un patio mal techado y con el balde y su trapo de piso a la vista. Se propone como un bar de quesos. GRANDE sería mi sorpresa, cuando al atravesar el pasillito que lleva al patiecito desportillado que te conduce a los baños (los diminutivos no están de más aunque se repitan) veo el mostrador donde tienen los quesos y descubro la desprolijidad con que los guardan y el poco afecto que les dan, y me pregunto si esto no será producto de que los salamines son sello de oro 214 como los de cualquier supermercado y el jamón era una bocha de Paladini cualunque. No será pretencioso, pomposo y fraudulento pintarse como especialistas en un producto del que trabajarán con suerte una calidad media de supermercado?  

El servicio, nos fue (no) brindado por un camarero que nos miraba con ojos de vaca cuando le preguntábamos algo. Lento y esquivo como si el local desbordara con 100 mesas llenas en hora pico, que cuando le preguntamos por las tartas nos contestó "voy a preguntar que quedó" (Recuerdan que les hice notar que todas las mesas estaban vacías a las 13 hs.? que les quedó de cuando? de ese servicio está claro que no.)  

La entrada fueron papas chip (sí, de paquete, todas rotas y no exactamente Lays) con un potecito de memdicrim con verdeo y mezcla de mayonesa berreta, onda Fanacoa, que se reconoce por el dulzor. (descarados $26) luego pedimos un sandwiche de jamón crudo y queso brie al que había que despegarle con un escalpelo la miseria de queso del pan soso, casero y grueso en demasía, que ante cualquier intento de morderlo se deshace dejándote el jamón duro, colgando de las comisuras (por otros descarados $26 ó $28) y una mini tarta de espinacas donde lo único agradable era la masa, aunque por exceso de amasado, estaba un tanto gomosa aunque pretendiera ser una quebrada, sólo agregando sal y buena voluntad, pudimos con ella ($20). Claramente mi reporte queda acá, por huimos sin tomar café ni postre. Quizás porque las cupcakes que yo había supuesto de utilería por el tamaño, la poca salud que mostraban y lo monstruoso de las formas, le fueron ofrecidas a unos clientes que entraron, y con cara de horror salieron sin darle la espalda a semejante espécimen. Se ve que ellos también pensaban que era un chiste ofrecer "eso". Todo esto se vio coronado con una visita al baño inundado. Y repito, eramos los primeros (y supongo únicos) visitantes del día.

Mi puntaje: 3


Estados Unidos 758, POR SI QUIEREN COMPROBARLO USTEDES MISMOS!!

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