Una vieja gloria... semblanza de una época donde otras maravillas como la Ideal, la Richmond y El Molino engalanaban Buenos Aires. Estuvo cerrados muchos muchos años... pero hace unos 15 lo reabrieron, lo remozaron y recuperaron parte del espíritu que la hizo grande. Hermosos vitreaux y boiserie que corta el aliento.
Una esquina monumental, con 2 entradas y un clima íntimo y cómodo, transportarse a otra época, es fácil en ese clima. Ahora, la vajilla es standard, cuando sería un detalle lujoso y encantador que se hubiesen esmerado más con esas cosas... Hay sillas tapizadas y manteles largos... no estarían de más unas flores en las mesas, el público es eminentemente femenino y maduro.
El servicio deja mucho que desear... aunque curiosamente no hay ninguna de las cosas que suelen hacer creer a la gente que son vicios de mal servicio: no hay adolescentes, no hay chicas que anoten, no hay uniformes desprolijos ni peinados raros: hay mozos por mayor, de los de antes, con saco blanco y moñito, que tardan 25 minutos en traerte el té después de que te bajaron las bandejas con comida, o luchás con la gula o morís ahogado...
El té de la casa, trae sándwiches de miga, tostados, tostadas de pan lactal, mermelada, manteca, miel, dulce de leche, budines, masitas, tortas frescas y una porción de tarta seca, triangulitos de pan dulce, un fosforito y un pebetito. Lo acompañan con un té y jugo de naranja, sale $50 y hay que sumarle los $9 de otro té. El premium agrega 2 copas de champagne y reemplaza los clásicos de jamón y queso por capresse, palmitos y otros de corazones de alcaucil. Super abundante para 2 a morir o 3 a comer moderado. ($66) En resumen: un paseíto por la historia que no viene mal después de todo. Ármese de paciencia!!
Mi puntaje: 7
Rivadavia esquina Castro Barros (no aceptan reservas)
Muy bueno el review como siempre. En las Violetas es muy rico todo, pero para que la experiencia sea completa, definitivamente deberían mejorar los aspectos del servicio que bien señalaste.
ResponderBorrarPerfecto! Besos