Visitamos la sucursal de Puerto Madero, un amplio local, que sale por los lados y tiene una preciosa terraza, con vista al río. El ambiente es muy bueno, con cómodos silloncitos blancos que invitan a la charla distendida. La iluminación general es suave, pero las mesas están iluminadas puntualmente con lámparas finitas y tubulares, que iluminan el delicado contraste de colores del sushi.
El servicio es ágil, hacen uso de la libretita, pero no pierden cosas por el camino. Aunque no sirvieron el salteado, antes de traer el pedido de sushi, asi que la comida caliente se enfrió alegremente, hasta que salió el combinado. Buena vajilla, super minimalista, como amerita a estos casos,; cambiaron las blancas con el logo (cachadas en la inmensa mayoría de los locales) por una negra mas pequeña.
De la carta, hay poco para hablar, aunque ampliaron la oferta y tienen entradas variadas, incluso una tabla de entradas orientales ($45) solo tienen 3 woks ($44) y un triste lomo al champignon... y la creatividad? o es un castigo a los no se adaptan al lugar? El sushi libre, es un escándalo $103, pero se puede compartir una bandeja combinada de 60 piezas, por $130. Los temaki (muy muy buenos, sobre todo el skin) están a $14, razonable, para redondear un combinado. El sushi es de muy buena calidad, fresquisimo, y el sashimi está cortado en porciones generosas. De la carta de postres, no exuda originalidad tampoco.
Mi puntaje : 8
Alicia Moreau de Justo 286 ( y sucursales... por todos lados)
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