Lo mejor de lo mejor, es el patio interno, si si... increible! lleno de plantas, con un ambiente intimista, un placer de verano, donde está permitido fumar... y seguramente, también disfrutable en invierno, pues tienen unas pantallas para ese fin. El resto del salón estaba vacío... era martes, de verano... era solo eso?
La carta es variada, siempre girando en torno a la parrilla. De los mismos dueños de Cabernet y Sullivans (todos a escasos metros) se destaca por la propuesta gourmet. El servicio es excelente, destacable, casi soñado! no pasa un minuto sin que estén atentos a las necesidades de los clientes... y los minutos se alargan, pues los platos demoran una eternidad, casi como si todos lo cubiertos estuvieran ocupados.
La panera, era variada, correcta, acompañada del consabido quesito blanco! BASTA! apesta el quesito blanco! mas con $6 el cubierto... sean creativos por favor! Pedimos la provoleta de la casa, rica, con tomates secos, verdes... $25 unas mollejas $28, escasas y sin gracia, un matambre de cerdo, escaso también $33, en este caso, acompañado de algunas verduras grilladas, media ensalada verde $13 y una papa al plomo $9, sin nada de nada... la comida está bien, pero no a la altura de los precios, nos quejamos y nos invitaron champagne... se deshicieron en disculpas, pero los larguisimos 35 minutos entre cada plato, no se compensan. De postre, una supuesta torta humeda, que era en realidad un brownie ni muy feliz...
Mi puntaje, 7
El Salvador 4945. 4833 9376
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