domingo, 22 de mayo de 2011

Sushiphone


Después del bajón de calidad grande que tuvo Sushi Pop y su costumbre de llegar a veces bien y a veces mustio, triste y tibio, es que decidí probar otros horizontes. En ese tren descubrí Sushiphone que es el que más me gusta dentro de los sushis populares.  

Tiene exactitud en los tiempos que promete, precios de envío razonables, una presentación impecable en envases de buena calidad y una bolsa bien canchera, SIEMPRE me llegó con ticket y todas las bandejas salen acompañadas con pickles de jengibre y wasabi. La proporción entre pescado y arroz es impecable y se sienten las semillas de sésamo. La temperatura de entrega es muy buena y todo llega prolijo y armadito. Las piezas no son grandes pero sí muy sabrosas y bien armadas. El roll propio que más me gusta es el de ceviche, con un muy buen trozo de pescado blanco en el centro, con cebolla colorada y cubierta de cáscara de limón ($26 las $12 piezas). También muy rico el skin, crocante y con una salsa deliciosa ($22 las 12 piezas).  

En la primera compra, un 20% de descuento, para no perdérselo!!

jueves, 19 de mayo de 2011

Budín húmedo de mandarinas


3 mandarinas medianas
1 taza de aceite neutro
2,5 tazas de harina leudante
2 tazas de azúcar
1 cucharadita de polvo de hornear
jugo de 1 mandarina
3 huevos
250 grs. de azúcar impalpable

esencia de vainilla
1 pizca de sal


En la procesadora, colocar las mandarinas enteras sin semillas, el aceite y el azúcar común, procesar. luego de que los trozos de cáscara hayan desaparecido, agregar los huevos y volver a procesar. En un bol aparte incorporar harina tamizada, sal y polvo leudante. Hornear a 180° durante aproximadamente 45 min. en un molde de savarin enmantecado y enharinado. Aún caliente, bañar con un glasé hecho con el jugo de mandarina y el azúcar impalpable.

domingo, 15 de mayo de 2011

El Baztán, bar de quesos


Una vez más, somos testigos del nacimiento y supongo que  pronta muerte, de uno de esos locales que están basados en la fórmula de "San Telmo" (léase Palermo, Cañitas o cualquier nuevo polo surgido o por surgir) + desorden simpático (leáse platos de diferentes juegos, desprolijidad en la pintura, servicio descuidado brindado por algún bobo) + 3 pavadas en la carta + vidriera amorosa" deslumbrará a los turistas incautos, que se enamorarán por una noche y nunca volverán para esparcir los comentarios sobre lo caótico o abusivo.  

El lugar encanta, con sus pajaritos pintados en las paredes, sus mesitas en la vereda y sus detalles como los lindos individuales de papel impresos en blanco y negro y uno entra. Peeero... ya desde adentro y sentado a alguna de las 4 mesas hasta ese instante VACÍAS (recordar dato para lectura más adelante en mi relato) se ven corlocks despegados, tapizados sucios, y un patio mal techado y con el balde y su trapo de piso a la vista. Se propone como un bar de quesos. GRANDE sería mi sorpresa, cuando al atravesar el pasillito que lleva al patiecito desportillado que te conduce a los baños (los diminutivos no están de más aunque se repitan) veo el mostrador donde tienen los quesos y descubro la desprolijidad con que los guardan y el poco afecto que les dan, y me pregunto si esto no será producto de que los salamines son sello de oro 214 como los de cualquier supermercado y el jamón era una bocha de Paladini cualunque. No será pretencioso, pomposo y fraudulento pintarse como especialistas en un producto del que trabajarán con suerte una calidad media de supermercado?  

El servicio, nos fue (no) brindado por un camarero que nos miraba con ojos de vaca cuando le preguntábamos algo. Lento y esquivo como si el local desbordara con 100 mesas llenas en hora pico, que cuando le preguntamos por las tartas nos contestó "voy a preguntar que quedó" (Recuerdan que les hice notar que todas las mesas estaban vacías a las 13 hs.? que les quedó de cuando? de ese servicio está claro que no.)  

La entrada fueron papas chip (sí, de paquete, todas rotas y no exactamente Lays) con un potecito de memdicrim con verdeo y mezcla de mayonesa berreta, onda Fanacoa, que se reconoce por el dulzor. (descarados $26) luego pedimos un sandwiche de jamón crudo y queso brie al que había que despegarle con un escalpelo la miseria de queso del pan soso, casero y grueso en demasía, que ante cualquier intento de morderlo se deshace dejándote el jamón duro, colgando de las comisuras (por otros descarados $26 ó $28) y una mini tarta de espinacas donde lo único agradable era la masa, aunque por exceso de amasado, estaba un tanto gomosa aunque pretendiera ser una quebrada, sólo agregando sal y buena voluntad, pudimos con ella ($20). Claramente mi reporte queda acá, por huimos sin tomar café ni postre. Quizás porque las cupcakes que yo había supuesto de utilería por el tamaño, la poca salud que mostraban y lo monstruoso de las formas, le fueron ofrecidas a unos clientes que entraron, y con cara de horror salieron sin darle la espalda a semejante espécimen. Se ve que ellos también pensaban que era un chiste ofrecer "eso". Todo esto se vio coronado con una visita al baño inundado. Y repito, eramos los primeros (y supongo únicos) visitantes del día.

Mi puntaje: 3


Estados Unidos 758, POR SI QUIEREN COMPROBARLO USTEDES MISMOS!!