Hay una barra con la exhibición de ensaladas y platos fríos más los extras dispuestos prolija y generosamente al alcance de la mano (picantes, salsa de sola, pinitos agridulces...), donde puede verse al chef propietario en acción. Y sí que hay diferencia cuando un cocinero regentea su propio local y anfitriona a los clientes! Recuerda con que grado de picante come cada uno, les acerca las bandejas a la mesa y hasta los llama por el nombre, que más se puede pedir en el anonimato furioso del microcentro?
El servicio es una asistencia, efectiva y simpática, que se agradece justamente porque no se hace notar. Cosa que seguramente le resultará agradable a la gran cantidad de extranjeros que se tientan con Green Curry, seguramente por estar familiarizados con este estilo de comida fusión con grandes influencias Indias.
Pedimos un jugo del día de zanahoria y naranja muy rico ($13) y una limonada en su punto justo ( $10) un Wrapp sushi Style ($33) generosa masa con espinaca, salmón fresco, palta, espinaca y unos toques de alga nori que lo vuelven totalmente delicioso) También probamos un yellow curry ($26) de pescado blanco, con cebollas caramelizadas y unos aromas de locura. De postre arroz con leche con lima Kafir ($8) una delicia solo para fanáticos.
La relación precio calidad del lugar es muy buena, y es una excelente oportunidad para comer comida casera, rica y diferente en los mediodías porteños.
Mi puntaje: 8,50
Tucumán 271
(hay más lugar en el recientemente inaugurado entrepiso y los baños están impecables)